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DANTE
ALIGHIERI
Y
BERNARDO DE CLARAVAL
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- I -
Dante Alighieri
- Italia -
(Florencia, 1265 – Rávena, 1321)
y
Bernardo de Claraval
- Francia -
(Borgoña, 1090/91 - Claraval 1153)
- 20 de
Agosto de 2020 con Motivo del Día de
Bernardo de Claraval -
Hace
algunos años, me vi en una Vivencia
Esotérica en mi Cuerpo Astral con una
Semblanza muy joven, vestido con una
túnica blanca Cisterciense como la de
Bernardo de Claraval. Me vi aquí
escribiendo en mi escritorio, y
cada estudio que escribía lo
firmaba con los siguientes Nombres:
"Alter Cristo".
"Dante
depicts him [Saint Francis of Assisi]
as the bridegroom of Lady Poverty in
Paradiso xi. This is consistent with
the equations "Assisi-Orient" or
"Francis-Sun" or "Francis-alter
Christus."
"Dante
lo describe [a San Francisco de Asís]
como el novio de la Dama Pobreza en el
Paraíso xi. Esto es consistente con
las ecuaciones "Asís-Oriente" o
"Francisco-Sol" o
"Francisco-Alter-Cristo".
En
el Libro De Vita Sancti Benedicti et
de Officio Divino Secundum Eius
Doctrinam, Joaquín de Fiore dice:
"...
fue mandado San Bernardo en el Espíritu
de Moisés..."
Joaquín
de Fiore dice que en la Orden de San
Benedicto
"...
nacería un doctor insigne, que sería
como otro Moisés [Alter Moyses], su hijo
en el Pueblo de Israel, que en el
bienaventurado Bernardo Abad de
Claraval, lo vemos plenamente
realizado." (Joaquín de Fiore).
Bernardo
de Claraval, Francisco de Asís, fueron
Reencarnaciones del Alma del Profeta
Moisés que es Shilóh El “Otro
Consolador”, El Espíritu Santo que
proviene del Padre y del Hijo, El
Espíritu de Verdad del Padre, por lo
tanto, en este Sentido, el Alma del
Profeta Moisés es un Verdadero
“Alter-Cristo”, u “Otro-Cristo”, puesto
que El Padre, El Hijo El Cristo y El
Espíritu Santo son Una Unidad.
***
"¡Oh!
¡desdicha a nuestros príncipes
cristianos! [*] ellos no han hecho nada
de bueno en la tierra santa, y sólo se
han dado prisa de volver de nuevo para
dedicarse a toda clase de desórdenes,
insensibles a la opresión de Joseph
[José]. ¡Impotentes para el bien, ellos
no son, por desgracia! ¡cuán demasiado
potentes para el mal!" ("Carta
CCLXXXVIII" (A:D: 1153) de Bernardo de
Claraval "A su tío" materno "Andrés"
de Montbard...)
* Los falsos
"Templarios" que se desviaron de los
Nobles Objetivos Iniciales de "La
Orden de los Caballeros del Temple", y
se dedicaron a los crímenes,
violaciones, codicias, ambiciones,
corrupciones, etc.
"... Que
los Cavalleros que huviere, tan solamente
traygan vestidos blancos A ninguno es
concedido traer vestidos blancos, o capas
candidas, sino es a los dichos Soldados de
Christo nombrados." (De la "Regla
original de la Orden de los Caballeros
del Temple", Creada por Bernardo de
Claraval. Nota: la ortografía es de la
época antigua de esta versión en
Español).
Bernardo
significa "Luchador Valiente"; "Claraval",
"Valle de la Luz".
Bernardo
de Claraval es el Luchador Valiente del
Valle de la Luz del Cristo.
Bernardo
de Claraval acogió La Regla de Saint
Benedict.
En
el Libro De Vita Sancti Benedicti et de
Officio Divino Secundum Eius Doctrinam,
Joaquín de Fiore dice:
"...
fue mandado San Bernardo en el Espíritu de
Moisés..."
Joaquín
de Fiore dice que en la Orden de San
Benedicto
"...
nacería un doctor insigne, que sería como
otro Moisés [Alter Moyses], su hijo en el
Pueblo de Israel, que en el bienaventurado
Bernardo Abad de Claraval, lo vemos
plenamente realizado." (Joaquín de Fiore).
- Moisés
entre Rajel y Leáh -
"What pleasant nights
you spend with your Rachel; how
abundant an offspring is born to you
of Leah...!" ("LETTER XXXIV (circa
A.D. 1130) HILDEBERT, ARCHBISHOP OF
TOURS, TO THE ABBOT BERNARD.")
"¡Qué noches tan
agradables tú pasas con tu Rajel; cuán
abundante es la descendencia
[Espiritual] nacida a ti de Leáh!..."
("Carta XXXIV (aprox., 1130 de
Nuestra Era Cristiana) HILDEBERT,
Arzobispo de Tours al Abad
Bernardo...")
"...
Bernardo fue comparado con el Patriarca
Jacob que tuvo dos Esposas [Espirituales]:
Leáh y Rajel."
"Entre
las noches Bernardo pasaba con Rajel y su
fertilidad con Leáh."
***
Bernardo
de Claraval fue el Nuevo Guía de Dante
Alighieri en El Paraíso de la Divina
Comedia.
Dante
Alighieri, hacia el final de la Divina
Comedia, describe a Bernardo de Claraval,
como su nuevo Guía
"...
aquel contemplador" que "asumió
espontáneamente en sí el cargo de
Maestro..."
Que los
últimos capítulos del Paraíso de la Divina
Comedia, nos eleven, y nos iluminen con la
luz de estas esplendorosas enseñanzas...
- Dante y Beatrice-Rajel a
orillas del Leteo -
"Acaso
arde la hora sexta distante seis mil
millas de nosotros, y este mundo inclina
ya su sombra casi horizontalmente, cuando
el centro del cielo que vemos más profundo
empieza a ponerse de modo que algunas
estrellas van perdiéndose de vista desde
la Tierra; y a medida que viene
adelantando la clarísima sierva del Sol,
el cielo apaga de una en una sus luces
hasta la más bella. No de otra suerte
desapareció poco a poco a mi vista el
triunfo de los coros angélicos, que
siempre festeja en torno de aquel punto
que me deslumbró, pareciéndome contenido
en lo mismo que él contiene; por lo cual,
no viendo ya nada, esto unido al amor me
obligó a volver los ojos hacia Beatriz. Si
todo cuanto hasta aquí se ha dicho acerca
de ella estuviera reunido en una sola
alabanza, sería poco para llenar el
objeto. La belleza que en ella vi no sólo
está fuera del alcance de nuestra
inteligencia, sino que creo con certeza
que su Hacedor es el único que la
comprende toda. Me confieso vencido por
este pasaje de mi poema más de lo que con
respecto a otro punto lo fue jamás autor
trágico o cómico; porque así como el Sol
ofusca la vista más trémula, del mismo
modo el recuerdo de la dulce sonrisa
paraliza mi mente. Desde
el primer día que vi su rostro en esta
vida, hasta mi actual contemplación, no se
ha interrumpido la continuación de mi
canto; pero
ahora es preciso que mi poema desista de
seguir cantando la belleza de mi Dama,
como hace todo artista que llega al último
esfuerzo en su arte. Tal cual la dejo para
que la anuncie una trompa de mayor sonido
que la mía, que conduce al término su
difícil tarea, Beatriz repuso con el gesto
y la voz de una guía solicita:
- Hemos salido fuera del mayor de los
cuerpos celestes, para subir al cielo que es
pura luz; luz intelectual, llena de amor,
amor de verdadero bien, lleno de gozo; gozo
superior a toda dulzura. Aquí verás una y
otra milicia del Paraíso, y una de ellas
bajo aquel aspecto con que la contemplarás
en el juicio final.
Como
súbito relámpago que disipa las potencias
visivas, privando alojo de la facultad de
distinguir los mayores objetos, así me
circundó una luz resplandeciente,
dejándome velado de tal suerte con su
fulgor, que nada descubría.
- El Amor que tranquiliza este cielo, acoge
siempre con semejante saludo al que entra en
él, a fin de disponer al cirio para recibir
su llama.
No bien hube oído
estas palabras, cuando me sentí elevar de
un modo superior a mis fuerzas, y adquirí
una nueva vista de tal vigor, que no hay
luz alguna tan brillante que no pudieran
soportarla mis ojos. Y vi en forma de río
una luz áurea, que despedía espléndidos
fulgores entre dos orillas adornadas de
admirable primavera. De este río salían
vivas centellas, que por todas partes
llovían sobre las flores, pareciendo
rubíes engastados en oro. Después, como
embriagadas con aquellos aromas, volvían a
sumergirse en el maravilloso raudal; pero
si una entraba en él, otra salía.
- El alto deseo que ahora te inflama y
estimula para comprender lo que estás
viendo, me place tanto más cuanto es más
vehemente; pero es preciso que bebas de esa
agua antes que sacies tanta sed.
Así me dijo el Sol
de mis ojos. Luego añadió:
- El río y los topacios, que entran y salen,
y la sonrisa de las hierbas son nada más que
sombras y prefacios de la verdad; no es
decir que estas cosas sean en sí de difícil
comprensión; pues el defecto está en ti, que
no tienes aún la vista bastante elevada.
Ningún niño se tira
de cabeza tan presuroso al pecho de su
madre cuando despierta más tarde de lo
acostumbrado, como yo, para mejorar los
espejos de mis ojos, me incliné sobre la
onda luminosa, que corre a fin de que se
perfeccione la vista; y apenas se bañó en
ella la extremidad de mis párpados, me
pareció que la larga corriente se había
vuelto redonda. Después, así como la gente
enmascarada parece otra cosa muy distinta
en cuanto se despoja de la falsa
apariencia bajo la cual se ocultaba, así
me pareció que adquirían mayor alegría las
flores y las centellas; de modo que vi
distintamente las dos cortes del cielo.
¡Oh esplendor de Dios, merced al cual vi
el gran triunfo del reino de la verdad!
Dame fuerzas para decir cómo lo vi.
Hay allá arriba una luz, que
hace visible el Creador a toda criatura
que sólo funda su paz en contemplarle;
y se extiende en forma circular por tanto
espacio, que su circunferencia sería para
el Sol un cinturón demasiado anchuroso. Toda
su apariencia procede de un rayo reflejado
sobre la cumbre del Primer Móvil, que de él
adquiere movimiento y potencia;
y así como una colina se contempla en el
agua que baña su base, cual si quisiera
mirarse adornada cuando es más rica de
verdor y flores, así, suspendidas en
torno, en torno de la luz, vi reflejarse
en más de mil gradas todas las almas que
desde nuestro mundo han vuelto allá
arriba. Y si la última grada concentra en
sí tanta luz, ¡cuál no será el esplendor
de esta rosa en sus últimas hojas! Mi
vista no se perdía en la anchura ni en la
elevación de esta rosa, sino que abarcaba
toda la cantidad y la calidad de aquella
alegría. Allí, el estar cerca o lejos, no
da ni quita; porque donde Dios gobierna
sin interposición de causas secundarias,
no ejerce ninguna acción la ley natural.
Hacia el centro de la rosa sempiterna, que
se dilata, se eleva gradualmente y exhala
un perfume de alabanzas al Sol que allí
produce una eterna primavera, me atrajo
Beatriz como el que calla al mismo tiempo
que quiere hablar, y dijo:
"- ¡Mira
cuán grande es la reunión de blancas
estolas! ¡Mira qué gran circuito
tiene nuestra ciudad! ¡Mira nuestros escaños
tan llenos, que ya son pocos los llamados a
ocuparlos! En aquel gran asiento donde
tienes los ojos fijos a causa de la corona
que está colocada sobre él, antes que tú
cenes en estas bodas se sentará el alma del
gran Enrique, que será augusta en la Tierra;
el cual irá a reformar la Italia antes que
se halle preparada para ello. La
ciega codicia que os enferma, os ha hecho
semejantes al niño que muere de hambre y
rechaza a su nodriza. Entonces
será prefecto en el foro divino un hombre;
que abierta y ocultamente no irá por el
mismo camino que aquél; pero poco tiempo le
tolerará Dios en su santo cargo; porque será
arrojado donde está Simón Mago por sus
merecimientos. y hará que el de Alagna se
hunda más." (Canto XXX).
"En forma, pues, de blanca rosa se
ofrecía a mi vista la milicia santa que
Cristo con su sangre hizo su esposa;
pero la otra, que volando ve y canta la
gloria de aquel que la enamora y la bondad
que tan excelsa la ha hecho, como un
enjambre de abejas, que ora se posa sobre
las flores, ora vuelve al sitio donde su
trabajo se convierte en dulce miel,
descendía a la gran flor que se adorna de
tantas hojas, y desde allí se lanzaba de
nuevo hacia el punto donde siempre
permanece su Amor. Todas estas almas
tenían el rostro de llama viva, las alas
de oro, y lo restante de tal blancura, que
no hay nieve que pueda comparársele.
Cuando descendían por la flor de grada en
grada, comunicaban a las otras almas la
paz y el ardor que ellas adquirían
volando; y por más que aquella familia
alada se interpusiera entre lo alto y la
flor, no impedía la vista ni el esplendor,
porque la luz divina penetra en el
universo según que éste es digno de ello,
de manera que nada puede servirle de
obstáculo.
Este
reino tranquilo y gozoso, poblado de gente
antigua y moderna, tenía todo él la vista
y el amor dirigidos hacia un solo punto. ¡Oh
trina luz, que centelleando en una sola
estrella, regocijas de tal modo la vista
de esos espíritus!,
mira cuál es aquí abajo nuestra tormenta.
Si los bárbaros, procedentes de la región
que cubre Hélice diariamente girando con
su hijo a quien mira con amor, se quedaban
estupefactos al ver a Roma y sus
magníficos monumentos, cuando Letrán
superaba a todas las obras salidas de
manos de los hombres, yo, que acababa de
pasar de lo humano a lo divino, del tiempo
limitado a lo eterno, y de Florencia a un
pueblo justo y santo, ¿de qué estupor no
estaría lleno? En verdad que, entregado a
tal estupor y a mi gozo, me complacía el
no oír ni decir nada. Y como el peregrino
que se recrea contemplando el templo que
había hecho voto de visitar, y espera, al
volver a su país, referir cómo estaba
construido, así yo, contemplando la viva
luz, paseaba mis miradas por todas las
gradas, ya hacia arriba, ya hacia abajo,
ya en derredor, y veía rostros que
excitaban a la caridad, embellecidos por
otras luces y por su sonrisa, y en
actitudes adornadas de toda clase de
gracia. Mi vista había abarcado por
completo la forma general del Paraíso,
pero no se había fijado en parte alguna;
entonces, poseído de un nuevo deseo, me
volví hacia mi Dama para preguntarle sobre
algunos puntos que tenían en suspenso mi
mente; pero cuando esperaba una cosa, me
sucedió otra; creía ver a Beatriz, y vi un
anciano vestido como la familia gloriosa.
En sus ojos y en sus mejillas estaba
esparcida una benigna alegría, y su
aspecto era tan dulce como el de un tierno
padre.
- Y ella, ¿dónde está? -dije al momento
A lo cual contestó
él:
- Beatriz me ha enviado desde mi asiento
para poner fin a tu deseo; y si miras el
tercer círculo a partir de la grada
superior, la verás ocupar el trono en que la
han colocado sus méritos.
Sin responder
levanté los ojos, y la vi formándose una
corona de los eternos rayos que de sí
reflejaba. El ojo del que estuviese en lo
profundo del mar no distaría tanto de la
región más elevada donde truena, como
distaban de Beatriz los míos, pero nada
importaba, porque su imagen descendía
hasta mí sin interposición de otro cuerpo.
- ¡Oh mujer, en quien vive mi esperanza, y
que consentiste, por mi salvación, en
dejar tus huellas en el Infierno! Si he
visto tantas cosas, a tu bondad y a tu
poder debo esta gracia y la fuerza que me
ha sido necesaria. Tú, desde la
esclavitud, me has conducido a la libertad
por todas las vías y por todos los medios
que para hacerlo han estado a tu alcance.
Consérvame tus magníficos dones, a fin de
que mi alma, que sanaste, se separe de su
cuerpo siendo agradable a tus ojos.
Así oré, y aquella que tan lejana parecía
se sonrió y me miró, volviéndose después
hacia la eterna fuente. El santo Anciano
me dijo:
- A fin de que lleves a feliz término tu
viaje, para lo cual me han movido el ruego y
el amor santo, vuela con los ojos por este
jardín; pues mirándolo se avivará más tu
vista para subir hasta el rayo divino. Y
la Reina del Cielo, por quien ardo
enteramente en amor, nos concederá todas
las gracias, porque yo soy su fiel
Bernardo."
Como
aquel que acaso viene de Croacia para ver
nuestra Verónica, y no se cansa de
contemplarla a causa de su antigua fama,
antes bien dice para sí mientras se la
enseñan: Señor mío
Jesucristo, Dios verdadero, ¿era tal
vuestro rostro?,
lo mismo estaba yo mirando la viva caridad
de aquél, que entregado a la
contemplación, gustó en el mundo las
delicias de que ahora goza.
- Hijo de la gracia -empezó a decirme-, no
podrás conocer esta existencia dichosa,
mientras fijes los ojos solamente aquí
abajo. Ve mirando los círculos hasta el más
remoto, a fin de que veas el trono
de la Reina a quien está sometido y
consagrado este reino.
Levanté los ojos; y
así como por la mañana la parte oriental
del horizonte excede en claridad a aquella
por donde el Sol se pone, del mismo modo,
y dirigiendo la vista como el que va del
fondo de un valle a la cumbre de un monte,
vi en el más elevado circulo una parte del
mismo que sobrepujaba en claridad a todas
las otras; y así como allí donde se espera
el carro que tan mal guió Faetón, más se
inflama el cielo y fuera de aquel punto va
perdiendo la luz su viveza, de igual
suerte aquella pacífica oriflama brillaba
más en su centro, disminuyéndose
gradualmente el resplandor en todas las
demás partes. En aquel centro vi más de
mil ángeles que la festejaban con las alas
desplegadas, diferente cada cual en su
esplendor y en su actitud. Ante sus juegos
y sus cantos vi sonreír una beldad, que
infundía el contento en los ojos de los
demás santos. Aun cuando tuviera tantos
recursos para decir como para imaginar, no
me atrevería a expresar la mínima parte de
sus delicias.
Cuando Bernardo vio
mis ojos atentos y fijos en el objeto de
su ferviente amor, volvió los suyos hacia
él con tanto afecto, que infundió en los
míos más ardor para contemplarlo. (Canto
XXXI de la Divina Comedia").
Atento
a su dicha, aquel contemplador asumió
espontáneamente en sí el cargo de Maestro
y empezó por estas santas palabras:
- La herida que María restañó y curó fue
abierta y enconada por aquella mujer tan
hermosa que está a sus pies. Debajo
de ésta, en el orden que forman los
terceros puestos, se sientan, como ves,
Raquel y Beatriz. Sara, Rebeca, Judith, y
la bisabuela del Cantor que en
medio del dolor producido por su falta dijo
Miserere mei, puedes verlas
sucederse de grado en grado, descendiendo, a
medida que en la rosa te las voy nombrando
de hoja en hoja. Y desde la séptima grada
para abajo, como desde la más alta a la
misma grada, se suceden las Hebreas,
dividiendo todas las hojas de la flor;
porque aquéllas son como un recto muro, que
comparte los sagrados escalones, según
como se fijó en Cristo la mirada de la fe.
En esa parte, en que la flor está provista
de todas sus hojas, se sientan los que
creyeron en la venida de Jesucristo; y en la
otra, en que los semicírculos se ven
interrumpidos por algunos huecos, se sientan
los que creyeron en Él después de haber
venido; y así como en esa parte el glorioso
trono de la Señora del cielo y los otros
escaños inferiores forman tan gran
separación, así en la opuesta está el trono
del gran Juan que, siempre santo, sufrió la
soledad y el martirio, y el Infierno después
durante dos años; y así también debajo de
él, formando a propósito igual
separación, está el de Francisco;
bajo éste el de Benito, bajo Benito, Agustín
y otros varios, descendiendo de igual modo
hasta aquí de círculo en círculo. Admira,
pues, la elevada Providencia divina;
porque uno y otro aspecto de la Fe
llenarán por igual este jardín. Y
sabe que desde la grada que corta por mitad
ambas filas hasta abajo, nadie se sienta por
su propio mérito, sino por el que contrajo
otro, y con ciertas condiciones; porque
todos ellos son espíritus desprendidos de la
Tierra antes que estuviesen dotados de
criterio para elegir la verdad. Fácil te
será cerciorarte de ello por sus rostros y
también por sus voces infantiles, si los
miras y los escuchas bien. Ahora dudas, y
dudando guardas silencio, pero yo
soltaré las fuertes ligaduras con que te
estrechan tus sutiles pensamientos.
En toda la extensión de este reino no puede
tener cabida un asiento dado por casualidad,
como tampoco caben la tristeza, la sed, ni
el hambre; pues todo cuanto ves se halla
establecido por eterna ley, de modo que aquí
cada cosa viene justa como anillo al dedo.
Por lo tanto, estas almas apresuradas a la
verdadera vida no son aquí sino causa más o
menos excelentes entre sí. El Rey por quien
este reino reposa en tanto amor y deleite,
que ninguna voluntad se atreve a desear más,
creando todas las almas bajo su dichoso
aspecto, las dota según quiere de más o
menos gracia; en cuanto a esto baste conocer
el efecto; lo cual se demuestra expresa y
claramente por la Sagrada Escritura en
aquellos gemelos a quienes agitó la ira en
el vientre de su madre. Por lo tanto, es
preciso que la altísima luz corone de su
gloria a los espíritus según sea el color de
los cabellos de tal gracia. Así pues, sin
consideración al mérito de sus obras, se
hallan ésos colocados en diferentes grados,
distinguiéndose tan sólo por su penetración
primitiva. En los primeros siglos bastaba
ciertamente para salvarse tener, junto con
la inocencia, la fe de los padres.
Transcurridas las primeras edades, fue
menester que los varones todavía inocentes
adquiriesen la virtud por medio de la
circuncisión; pero cuando llegó el tiempo de
la Gracia, toda aquella inocencia debió
permanecer en el Limbo, si no había recibido
el perfecto bautismo de Cristo. Contempla
ahora la faz que más se asemeja a la de
Cristo, pues sólo su resplandor podrá
disponerte a ver a Cristo.
Vi llover sobre ella
tanta alegría, llevada por los santos
espíritus, creados para volar por aquella
altura, que todo cuanto antes había visto
no me había causado tal admiración, ni me
habla mostrado mayor semejanza con Dios. Y
aquel amor que fue el primero en descender
cantando Ave, María, gratia plena,
extendió sus alas delante de ella.
A tan divina cantinela respondió por todas
partes la corte bienaventurada, de tal
modo que cada espíritu pareció más
radiante.
- ¡Oh Santo Padre,
que por mí te dignas estar aquí abajo,
dejando el dulce sitio donde te sientas
por toda una eternidad! ¿Qué
ángel es ese, que con tanto gozo mira los
ojos de nuestra Reina, y tan enamorado
está que parece de fuego?
Con estas palabras recurrí nuevamente a la
enseñanza de aquel que se embellecía con
las bellezas de María, como a los rayos
del Sol se embellece la estrella matutina.
Y él me respondió:
- Toda la confianza y la gracia que
pueden caber en un ángel y en un alma, se
encuentran en él, y así queremos que sea;
porque es el que llevó la palma a María,
cuando el Hijo de Dios quiso cargar
con nuestro peso. Pero sigue
ahora con la vista según yo vaya hablando, y
fija la atención en los grandes patricios de
este imperio justísimo y piadoso. Aquellos
dos que ves sentados allá arriba, más
felices por estar sumamente próximos a la
Augusta Señora, son casi dos raíces de esta
rosa. El que está a la izquierda es el
padre, cuyo atrevido paladar fue causa de
que la especie humana probara tanta
amargura. Contempla a la derecha al anciano
padre de la santa Iglesia, a quien Cristo
confió las llaves de esta encantadora flor;
a su lado se sienta aquel que vio, antes de
morir, todos los tiempos calamitosos que
debía atravesar la bella esposa que fue
conquistada con la lanza y los clavos; y
próximo al otro, aquel Jefe bajo cuyas
órdenes vivió de maná la nación ingrata,
voluble y obstinada. Mira sentada a Ana
frente a Pedro, contemplando a su hija con
tal arrobamiento, que ni aun al cantar
Hosanna separa de ella los ojos; y frente al
mayor Padre de familia se sienta Lucía, que
envió a tu Dama en tu socorro, cuando
cerraste los párpados al borde del abismo.
Mas, puesto que huye el tiempo que te
adormece, haremos punto aquí, como un buen
sastre, que según el paño con que cuenta,
así hace el traje y elevaremos los
ojos hacia el primer Amor, de modo que,
mirándole, penetres en su fulgor cuanto te
sea posible. Sin embargo, a fin
de que al mover tus alas no retrocedas acaso
creyendo adelantar, es preciso pedir con
ruegos la gracia que necesitas, e impetrarla
de aquella que puede ayudarte: sígueme,
pues, con el afecto, de modo que tu corazón
acompañe a mis palabras.
Y comenzó a decir
esta santa oración. (Canto XXXII).
"¡Virgen
Madre, Hija de tu Hijo, la más humilde al
par que la más alta de todas las criaturas,
término fijo de la Voluntad Eterna, tú eres
la que has ennoblecido de tal suerte la
humana naturaleza, que su Hacedor no se
desdeñó de convertirse en su propia obra."
"En tu seno se inflamó el amor cuyo calor ha
hecho germinar esta flor en la Paz Eterna."
"Eres aquí para nosotros meridiano Sol de
Caridad, y abajo para los mortales vivo
manantial de esperanza."
"Eres tan grande, Señora, y tanto vales, que
todo el que desea alcanzar alguna Gracia y
no recurre a ti, quiere que su deseo vuele
sin alas."
"Tu benignidad no sólo socorre al que te
implora, sino que muchas veces se anticipa
espontáneamente a la súplica. En ti se
reúnen la misericordia, la piedad, la
magnificencia, y todo cuanto bueno existe en
la criatura."
"Éste, pues, que desde la más profunda
laguna del universo hasta aquí ha visto una
a una todas las existencias espirituales, te
suplica le concedas la gracia de adquirir
tal virtud, que pueda elevarse con los ojos
hasta la salud suprema."
"Y yo, que nunca he deseado ver más de lo
que deseo que él vea, te dirijo todos mis
ruegos, y te suplico que no sean vanos, a
fin de que disipes con los tuyos todas las
nieblas procedentes de su condición mortal,
de suerte que pueda contemplar abiertamente
el sumo placer."
"Te ruego además, ¡Oh Reina, que puedes
cuanto quieres!, que conserves puros sus
afectos después de tanto ver; que tu
custodia triunfe de los impulsos de las
pasiones humanas: mira a Beatriz cómo junta
sus manos con todos los bienaventurados para
unir sus plegarias a las mías!"
Los ojos que Dios
ama y venera, fijos en el que por mí
oraba, me demostraron cuán gratos le son
los devotos ruegos. Después
se elevaron hacia la Luz eterna en la cual
no es creíble que la mirada de criatura
alguna pueda fijarse tan abiertamente, Y
yo, que me acercaba al fin de todo anhelo,
puse término en mí, como debía, al ardor
del deseo. Bernardo sonriéndose me
indicaba que mirase hacia arriba, pero yo
había hecho ya por mí mismo lo que él
quería; porque mi vista, adquiriendo más y
más pureza y claridad, penetraba
gradualmente en la alta luz que tiene en
sí misma la verdad de su existencia.
Desde aquel instante, lo que vi excede a
todo humano lenguaje, que es impotente
para expresar tal visión, y la memoria se
rinde a tanta grandeza. Como el que ve
soñando, y después del sueño conserva
impresa la sensación que ha recibido, sin
que le quede otra cosa en la mente, así
estoy yo ahora; pues casi ha cesado del
todo mi visión, y aun destila en mi pecho
la dulzura que nació de ella. Del mismo
modo ante el Sol pierde su forma la nieve,
y así también se dispersaban al viento en
las ligeras hojas las sentencias de la
Sibila.
¡Oh luz suprema que te elevas tanto sobre
los pensamientos de los mortales! Presta
a mi mente algo de lo que parecías, y haz
que mi lengua sea tan potente, que pueda
dejar a lo menos un destello de tu gloria
a las generaciones venideras; pues si se
muestra algún tanto a mi memoria y resuena
lo mínimo en mis versos, se podrá concebir
más tu victoria.
Por la intensidad
del vivo rayo que soporté sin cegar, creo
que me habría perdido, si hubiera separado
de él mis ojos; y recuerdo que por esto
fui tan osado para sostenerlo, que uní mi
mirada con el Poder infinito. ¡Oh gracia
abundante, por la cual tuve atrevimiento
para fijar mis ojos en la Luz eterna hasta
tanto que consumí toda mi fuerza visiva!
En su profundidad vi que se contiene
ligado con vínculos de amor en un volumen
todo cuanto hay esparcido por el universo:
substancias, accidentes y sus cualidades,
unido todo de tal manera, que cuanto digo
no es más que una pálida luz. Creo que vi
la forma universal de este nudo, porque,
recordando estas cosas, me siento poseído
de mayor alegría. Un solo punto me causa
mayor olvido, que el que han causado
veinticinco siglos transcurridos desde la
empresa que hizo a Neptuno admirarse de la
sombra de Argos. Así es que mi
mente en suspenso miraba fija, inmóvil y
atenta, y continuaba mirando con ardor
creciente. El efecto de esta luz es tal, que
no es posible consentir jamás en separarse
de ella para contemplar otra cosa; porque el
bien, que es objeto de la voluntad, se
encierra todo en ella, y fuera de ella es
defectuoso lo que allí perfecto. Desde este
punto, a causa de lo poco que recuerdo, mis
palabras serán más breves que las de un niño
cuya lengua se baña todavía en la leche
materna. No porque hubiese más de un simple
aspecto en la viva luz que yo miraba, pues
siempre es tal como antes era, sino porque
mi vista se avaloraba contemplándola, su
apariencia única se me representaba en otra
forma según iba alterándose mi aptitud
visiva. En la profunda y clara
sustancia de la alta luz se me aparecieron
tres círculos de tres colores y de una
sola dimensión; el uno parecía reflejado
por otro como Iris por Iris, y el tercero
parecía un fuego procedente de ambos por
igual. ¡Ah!, ¡cuán escasa y débil
es la lengua para decir mi concepto! Y éste
lo es tanto, comparado a lo que vi, que la
palabra poco no basta para expresar su
pequeñez.
¡Oh Luz eterna, que
en ti solamente resides, que sola te
comprendes, y que siendo por ti a la vez
inteligente y entendida, te amas y te
complaces en ti misma! Aquel de
tus círculos, que parecía proceder de ti
como el rayo reflejado procede del rayo
directo, cuando mis ojos lo contemplaron
en torno, parecióme que dentro de sí con
su propio color representaba nuestra
efigie, por lo cual mi vista estaba fija
atentamente en él. Como el geómetra que
se dedica con todo empeño a medir el
círculo, y por más que piensa no
encuentra el principio que necesita, lo
mismo estaba yo ante aquella nueva
imagen. Yo quería ver cómo correspondía
la efigie al círculo, y cómo a él estaba
unida, pero no alcanzaban a tanto mis
propias alas, si no hubiera sido
iluminada mi mente por un resplandor,
merced al cual fue satisfecho su deseo.
"Aquí faltó la fuerza a mi elevada
fantasía, pero ya eran movidos mi deseo y mi
voluntad, como rueda cuyas partes giran
todas igualmente, por el Amor que mueve el
Sol y las demás estrellas." (Canto XXXIII
del Paraíso, de la Divina Comedia de Dante
Alighieri).
- II -
Bernardo Abad de Claraval
("Bernard abbé de
Clairvaux")
Bernardo
de Claraval Alimentado Espiritualmente por
la "Leche de la Virgen".
"...
El niño es el nacimiento; la señora, la
Madre Divina. Leche de coco, sea la
transmutación de la energía." (Carta
105 con fecha del 17 de enero de 1995,
que Nuestro V.M. Rabolú me escribió al
Brasil).
Bernardo
abad de Claraval, fue el fundador de la
Orden del Císter y creador de la Regla de
los Verdaderos Templarios. Guía y Maestro
de Dante Alighieri en el final del
Paraíso.
Bernardo de Claraval nació
en Borgoña, Francia, cerca de Suiza. Algunos
de sus biógrafos indican el año de 1090 como
la fecha de su nacimiento; otros el año
1091.
Bernardo, "… tenía un
extraordinario carisma de atraer a todos
para Cristo. Amable, simpático, Inteligente,
bondadoso y alegre. Todo esto y el vigor
juvenil le causaba un reto en las
tentaciones contra la castidad y santidad.
Por eso durante algún tiempo se enfrió en su
fervor y empezó a inclinarse hacia lo
mundano." Sintiendo el vacío y el hastío de
las amistades mundanas y de los placeres,
después de cada fiesta se sentía más y más
desilusionado… No encontraba en esos
ambientes la alegría, la felicidad, la paz
del corazón que su alma anhelaba…
Respondiendo al llamado de la Voz Interior,
ingresó en un monasterio de monjes
benedictinos de la orden del Císter… Sus
familiares y sus amistades se le opusieron
radicalmente, mas Bernardo supo llegarles a
sus corazones: varios de sus hermanos, un
tío y 30 amigos de la Nobleza dejaron todo
para unirse a la nueva vida de Bernardo de
Claraval…
A sus 22
años, en el año de 1113, Bernardo ingresó a
la comunidad de Clairvaux (Claraval) con
otros treinta compañeros y algunos
familiares, comenzando entonces el gran
florecer de la Orden Cisterciense. En 1115
fue fundada la abadía de Clairvaux, con
Bernardo como Abad, teniendo 24 años de
edad.
El Cielo
estaba preparando a Bernardo para el
cumplimiento de una Gran Misión...
¿Sabe la
historia quién atrajo las huestes armadas
de la Europa medieval a perecer en las
arenas de Siria y de Palestina, a fin de
que pudiera brotar de nuevo el trigo en
Europa, para que su juventud quedara
protegida? La historia de estos
santos hombres no se ha escrito todavía.
Durante estas Cruzadas, había Iniciados
entre los musulmanes, lo mismo que entre
los cristianos. Las mujeres han
alcanzado elevada posición entre los
Iniciados. Muchos Instructores,
han dejado tras de ellos, pequeñas
escuelas de ocultismo, de importancia
variable. Una escuela puede permanecer
durante siglos en estado latente, hasta
que el mundo esté, de nuevo, preparado
para la nueva manifestación de la misma.
Gracias a tales hombres, los principios de
las religiones se han preservado, desde
gran antigüedad, y vendrá el tiempo en que
cada raza retornará a su propio tronco
racial de instrucción religiosa, y la
Naturaleza volverá al hombre a su propio
tronco paterno; es decir, a su Fuente de
expresión determinada; el hombre,
entonces, será tolerante con quienes
profesan una religión diferente de la
suya." (De la Obra "Dioses
Atómicos" de nuestro amado Gurú el V.M.
Moria).
Bernardo
de Claraval tenía 27 años de edad, y 5 años
de haber ingresado a la Orden del Císter,
cuando en el año de 1118 nació la Orden de
los Caballeros del Temple, los Verdaderos
Templarios, fundada por Hugo de Payns y
Godofredo de Saint-Omer (Adhemer) y
confirmada en un Concilio en Treves en el
año de 1128.
Hugo de Payns estuvo en el
ejército de Caballeros durante la Primera
Cruzada.
Bernardo de Claraval era
familiar cercano de dos de los primeros
fundadores de la Verdadera Orden del Temple:
Hugo de Payns y Andrés de Montbard.
9 Caballeros fueron sus
fundadores, con Hugo de Payns como su
"primer Maestre". Y 9 Caballeros solamente
siguieron siendo sus miembros durante los
primeros 9 años desde su fundación...
"Ciertos
caballeros [de las Cruzadas], amados por
Dios y consagrados a su servicio,
renunciaron al mundo y se consagraron a
Cristo. Mediante votos solemnes
pronunciados ante el Patriarca de
Jerusalén, se comprometieron a
defender a los peregrinos contra los
grupos de bandoleros, a
proteger los caminos y servir como
caballería al soberano rey. Observaron
la pobreza, la castidad y la obediencia
según la regla de los canónigos regulares.
Sus jefes eran dos hombres venerables,
Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. Al
principio no había más que nueve que
tomasen tan santa decisión, y durante
nueve años sirvieron en hábitos
seculares y se vistieron con las
limosnas que les daban los fieles."
(Jacques de Vitry, Historiador y
predicador francés. 1170-1240).
El
siguiente párrafo contiene el "Prólogo"
del "Libro a los caballeros templarios
Elogio de la nueva milicia", escrito por
Bernardo de Claraval:
"Bernardo,
abad de Claraval, pero sólo de nombre, a
Hugo, caballero de Jesucristo y gran
maestre de la milicia de Cristo: que
pueda librar una buena batalla. Me
pediste una, dos y hasta tres veces, si
no me engaño, querido Hugo, que
escribiera un sermón exhortatorio para
ti y tus caballeros. Como no me
era permitido servirme de la lanza contra
los insultos de los enemigos, deseaste, al
menos, que blandiese mi lengua y mi
ingenio contra ellos, asegurándome que te
proporcionaría una no pequeña ayuda si
animaba con mi pluma a los que no podía
animar por el ejercicio de las armas.
Tardé un poco en responder, no porque
tuviese poco respeto hacia el encargo que
me habías hecho, sino por el temor a que
me acusasen de precipitación y ligereza si
emprendía, con mi impericia acostumbrada,
lo que otro más ilustrado que yo podría
cumplir con mayor éxito, y que no debía
entrometerme en un asunto de tanto interés
y tan vital, para que al final saliese
algo mucho menos provechoso. Pero después
de esperar en vano tanto tiempo, resuelvo
hacer lo que pueda, temiendo crean que me
falta voluntad más que incapacidad: el
lector juzgará si adelanto o no en la
empresa. Si lo que he escrito no agrada o
no es suficiente para alguien, no tiene
importancia, pues, en el ámbito de mi
conocimiento, hice lo que pude para
satisfacer tus deseos."
Bernardo
de Claraval "el Patrón de los Templarios",
fue el alma y el espíritu que guió a la
"Orden de los Pobres Caballeros de Cristo
Caballeros del Templo de Salomón".
La
siguiente carta escrita por Bernardo de
Claraval en el año 1153 (año en el cual
desencarnó) a su tío materno Andrés, uno de
los principales Caballeros fundadores de la
Orden de los Templarios, es muy
conmovedora... Lleva por título:
- III -
"LETTRE CCLXXXVIII.
SON ONCLE ANDRÉ, CHEVALIER DU TEMPLE."
"Carta
CCLXXXVIII" (A:D: 1153) de Bernardo de
Claraval "A su tío" materno "Andrés" de
Montbard, entonces "Caballero del Temple", y
Maestre de la Orden de los Templarios, un
poco después:
San
Bernardo deplora la salida infortunada de la
cruzada y manifiesta a su tío el deseo de
verle.
"l. Yo
estaba enfermo a la cama cuando se me
remitió tu última carta; no podría decirte
con qué júbilo la recibí, con qué felicidad
la leí y releí; pero cuánto más feliz
hubiera estado de verte."
"Se
designa el nombre de su pretendida víctima
por una G… en la sexagésima carta. Se
Inclina a creer, después de las notas de la
carta doscientos ochenta y cinco, que se
trata de un pariente del abad Suger."
"¡Tú mismo! Tú me manifiestas el mismo
deseo, diciéndome los temores que te
inspiran el estado del país que el Señor ha
honrado de su presencia, así como los
peligros que amenazan una ciudad regada de
su sangre. ¡Oh! ¡desdicha a
nuestros príncipes cristianos! ellos no
han hecho nada de bueno en la tierra
santa, y sólo se han dado prisa de volver
de nuevo para dedicarse a toda clase de
desórdenes, insensibles a la opresión de
Joseph [José]. ¡Impotentes para el bien,
ellos no son, por desgracia! ¡cuán
demasiado potentes para el mal!
No obstante espero que el Señor no rechazará
a su pueblo y no abandonará su herencia a
merced de sus enemigos; su brazo es bastante
potente para socorrerlo y su mano siempre
rica en maravillas; el universo reconocerá
que es mejor aún poner su confianza en Dios
que en los príncipes de la tierra. Tienes
mucha razón de compararte a una hormiga;
¿qué otra cosa somos con toda la pena y la
fatiga que, pobres humanos, nos damos para
las cosas inútiles o vanas? ¿Qué es lo que
el hombre saca de tantos dolores y trabajos
a la faz del sol? Llevemos nuestros
objetivos dentro de los cielos, y que
nuestra alma vaya por adelantado allí donde
nuestro cuerpo debe seguirla un día. Lo que
haces, mi caro Andrés, es allá que están el
fruto y la recompensa de tu trabajo."
"Al que
sirves bajo el sol habita más alto que los
cielos, y si el campo de batalla es aquí
abajo, la recompensa del vencedor está allá
en lo alto; porque no es en este punto sobre
esta tierra que hay que buscar el precio de
la victoria, es más alto que aquello y el
valor es superior a todo lo que se encuentra
en los límites de este universo."
"No hay,
bajo el sol más que indigencia y pobreza,
allá arriba solamente estaremos en la
abundancia y recibiremos una medida plena,
prensada, remecida y superabundante debido a
que el Señor [la] verterá en nuestro seno."
(Luc., VI, 38).
"2. Tienes
el mayor deseo de verme, y añades que sólo
depende de mi el que tengas esta felicidad,
que solamente he de decir una palabra para
que vengas. ¿Qué os diré? Deseo verte, pero
tengo miedo al mismo tiempo que no vengas en
esta perplejidad, no sé a qué parte
detenerme. Si de un lado me siento llevado a
satisfacer tu deseo y el mío, de otro lado
temo retirarte de un país donde, se dice,
que tu presencia es más necesaria que nunca,
y que se encontraría por tu ausencia
expuesto a los más grandes peligros."
"No me
atrevo a mostrarte el anhelo de mi alma, y
sin embargo ¡cuán feliz sería de volver a
verte antes de morir! Estás en mejor
posición que yo de ver y de juzgar si puedes
dejar ese país sin inconveniente para él y
sin escándalo para nadie. Quizá tu viaje en
nuestras regiones no sería inútil y podría
ser, con la gracia de Dios, que no
regresaras solo en Palestina; eres conocido
y amado por aquí y no faltan personas que se
pondrían contigo al servicio de la Iglesia.
En este caso podrías exclamar con el
santo patriarca Jacob: " Yo estaba sólo
cuando pasé el Jordán, y ahora lo vuelvo a
pasar escoltado de tres tropas (Gen.,
XXXIII, 10)."
"En todo
caso, si debes venir a verme, que sea más
pronto que más tarde, por temor a que no
encuentres más a ninguno, ya que me debilito
mucho y no creo que mi peregrinaje continúe
ya más mucho tiempo sobre la tierra. Dios
quiera que tenga la consolación de gozar al
menos de tu benigna y amable presencia
durante algunos momentos antes de que yo me
vaya de este mundo! Ya escribí a la reina en
los términos que deseas, y estoy muy feliz
del elogio que me haces de su persona. Saluda
de mi parte a vuestro gran Maestre y a
vuestros hermanos, los caballeros del
Temple, así como a los del
hospital, como te saludo a ti mismo. Os
ruego de recomendarme, en la ocasión, a las
plegarias de los enclaustrados y de los
religiosos que me han hecho saludar por
medio de ti. Quieras ser mi
intérprete [así como Aharón...]
ante ellos. Saludo también de
toda afección de mi alma a nuestro querido
Girard que permaneció algún tiempo entre
nosotros y que, se dice, es obispo ahora."
- IV -
LA DIVINA COMEDIA DE DANTE ALIGHIERI
"UN NUEVO APOCALIPSIS JOANINO"
La Divina Comedia "Es una
verdadera oculta revelación en verso -un
nuevo Apocalipsis Juanino." (H.P.
Blavatsky).
¿Cómo
llegó Dante a imaginarse en su Infierno
las múltiples descripciones de su visita y
trato con las almas de las siete esferas
que nos hace en aquella verdadera
revelación épica de su Divina Comedia,
comparable al Apocalipsis de San Juan? Las
verdades ocultas no chocan al
entendimiento vulgar cuando las enuncian
la poesía o la sátira, porque se suponen
hijas de la fantasía." (H.P. Blavatsky,
"La Doctrina Secreta", Volumen V, Sección
IV, "El Sigilo de los Iniciados".)
***
"¿Ustedes
no han leído "La Divina Comedia" del
Dante? Les aconsejo que la estudien, vale
la pena."
[...]
"El
DANTE no estaba loco. Y el que se atreva a
decir que el Dante estaba loco, ése,
realmente, es un necio. El mundo ha
reconocido al Dante y lo seguirá
reconociendo, al autor de "La Divina
Comedia", al buen discípulo de Virgilio,
el poeta de Mantua."
"Así pues, que el Dante florentino,
repito, no estaba loco. DESCRIBIÓ ESOS
MUNDOS INFIERNOS en forma simbólica, no lo
habló crudamente, no lo dijo literalmente,
porque en aquella época no se
podía hablar como estamos hablando ahora
aquí."
"Si él lo hubiera hablado en su
forma cruda, pueden ustedes estar seguro
que lo habrían quemado vivo en las
hogueras de la Inquisición."
"Él tuvo que saber hacer las
cosas, saber escribir inteligentemente
para los comprensivos. Se nos
muestra allá, en el interior de la Tierra,
como esos condenados se volvían pedazos,
se volvían polvo, eso lo dijo y está
escrito y ustedes, léanlo, ahí está."
[...]
"Si uno
lee la "Divina Comedia" del Dante, dice...
(y empieza, pues, descendiendo al
Infierno, y todo eso .... Dice él: "Cuando
me aparté del Camino Recto y caí en una
senda muy obscura", decía el Dante, ... Yo
digo lo mismo: Que era un Bodhisattva
caído. Era un Bodhisattva caído, ... Pero
él me volvió al Camino Recto, por fin me
levanto, otra vez, del lodo de la tierra.
Así, pues, cuando el Real Ser quiere
levantarlo a uno, hace esfuerzos supremos,
pero lo levanta, ... Cuando él quiere
levantarlo a uno, hace esfuerzos
desesperados y lo levanta. Ahora
ya estoy de pie, gracias
a Dios, trabajando por la
humanidad, luchando bajo las órdenes del
Padre; ahí vamos poco a poco." (Enseñanzas
de nuestro Venerable y Amado Maestro
Samael Aun Weor.)
Es
urgente que se comprenda, sin pérdida de
tiempo, que sin la práctica de Los
Tres Factores de la Revolución de la
Conciencia, no
es posible ingresar en el Camino
Iniciático Esotérico que nos conduce y nos
eleva -aunque hay que bajar primero para
poder subir-, por "El Camino Recto" de la
Cristificación y Liberación Total...
Nuestro
Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor,
nos enseña, que "El camino que conduce a la
Auto-Realización Íntima del Ser, comienza
dentro de los propios Infiernos Atómicos de
este pobre ANIMAL INTELECTUAL
equivocadamente llamado HOMBRE, continúa en
el Purgatorio Molecular del Iniciado y
concluye en las Regiones Electrónicas del
Empíreo." Y este Camino solamente se puede
realizar con la práctica de Los Tres
Factores:
"Angosta
es la puerta y estrecho el camino que
conduce a la luz y muy pocos son los que
lo hallan."
"EL DANTE FLORENTINO, discípulo de
Virgilio el poeta de Mantua, empieza su
Divina Comedia, diciendo: "A la mitad del
viaje de nuestra vida me encontré en una
selva obscura, por haberme apartado del
Camino Recto. ¡Ah! Cuan penoso me sería
decir lo salvaje, áspera y espesa que era
esta selva, cuyo recuerdo renueva mi
temor, temor tan triste, que la muerte no
lo es tanto. Pero antes de hablar del bien
que allí encontré, revelaré las demás
cosas que he visto. No sabré decir
fijamente cómo entré allí; tan adormecido
estaba cuando abandoné el verdadero
camino".
"DANTE ALIGHIERI, ese poderoso Iluminado
que escribió la Divina Comedia, también
cometió el error de haberse apartado del
Camino Recto y cayó en esa selva obscura
de la mundanalidad."
"Difícil
es encontrar el camino recto pero más
difícil es ser firme y no abandonar el
camino jamás."
"Quien quiera subir debe primero bajar,
esa es la Ley. La iniciación es MUERTE y
NACIMIENTO a la vez."
"Cuando Dante quiso subir a la cima de la
montaña augusta de la iniciación, su Gurú
le hizo bajar a los Mundos Infiernos, esa
es la Ley."
"En el Sub-Mundo el poeta Florentino vio y
oyó a las almas dolientes de los antiguos
condenados y también a los equivocados
sinceros que están contentos entre las
llamas luciféricas de sus propias pasiones
aguardando el día y la hora de ocupar su
puesto entre los Bienaventurados."
"Sin esas tres mujeres simbólicas
llamadas Lucía (La Gracia Divina),
Beatriz (El Alma- Espiritual) y
Clemencia (La Misericordia) no hubiera
podido Dante descubrir los terribles
misterios del abismo."
"Y encontró Dante en el Sub-Mundo a muchos
sabios y a muchos hombres llenos de
prestigio y conocimientos y a muchos
CENTAUROS, mitad de hombres, mitad
bestias."
"En los
Mundos-Infiernos viven CENTAUROS tan
famosos como el Centauro QUIRÓN, el famoso
educador de Aquiles, y el irascible FOLO y
el cruel ATILA, el azote de Dios, y otros
muchos que hoy en día son venerados en
distintos países como héroes nacionales."
"El camino que conduce a la
Auto-Realización Íntima del Ser,
comienza dentro de los propios Infiernos
Atómicos de este pobre ANIMAL
INTELECTUAL equivocadamente llamado
HOMBRE, continúa en el Purgatorio
Molecular del Iniciado y concluye en las
Regiones Electrónicas del Empíreo."
"Todo NEÓFITO debe aprender a distinguir
entre lo que es una caída y lo que es una
bajada. El descenso consciente de Dante a
los Mundos-Infiernos no es una caída."
"Sólo en el camino es posible desarrollar
a base de tremendos Súper-Esfuerzos
íntimos en nosotros mismos y dentro de
nosotros mismos, todas las terribles
posibilidades ocultas del hombre. El
desarrollo de tales posibilidades nunca ha
sido una Ley."
"Fuera
de toda duda podemos y debemos afirmar
enfáticamente que la Ley para la
infeliz Bestia Intelectual es el existir
miserablemente antes de ser tragado por
el Reino Mineral, dentro del
círculo vicioso de las LEYES MECÁNICAS de
la Naturaleza."
"Y aunque se espanten los débiles y los
cobardes es urgente decir que el camino
que conduce a los valientes a la
Auto-Realización Íntima, es espantosamente
REVOLUCIONARIO y terriblemente peligroso."
"Necesitamos levantarnos en armas contra
la NATURALEZA, contra el COSMOS, contra la
MUNDANALIDAD, contra SÍ MISMOS, contra
todo, contra todos, cueste lo que cueste."
"Este es el camino de la Revolución de la
Conciencia [Los
Tres Factores], esta es
la SENDA DIFÍCIL, la vía que tanto odian
los perversos de la Raza Lunar.
"El CAMINO es PRECISAMENTE lo
opuesto a la vida común y corriente de
todos los días, se basa en otros
principios y está sometido a otras
Leyes, en esto consiste su poder y su
significado."
"La vida corriente, la vida
rutinaria de todos los días aún en sus
aspectos más amables y deliciosos
conduce a los seres humanos hacia los
Mundos-Infiernos y a la Muerte Segunda,
y no puede conducirles a ninguna otra
parte."
"Lo
normal, lo natural, es que la raza de
ADÁN sirva de alimento a las entrañas
del organismo planetario en que vivimos;
lo raro, lo extraño, lo difícil, es que
alguien se salve, que alguien entre al
Reino."
"Ahora comprenderéis, querido lector, la
espantosa tragedia en que vivimos;
afortunadamente el OMNIMISERICORDIOSO, la
Infinitud que todo lo sustenta, el MUY
SAGRADO SOL ABSOLUTO, envía periódicamente
a este valle de lágrimas a los Avataras, a
los Salvadores. Estos Individuos Sagrados,
estos Mensajeros, estos Salvadores, son
ENCARNACIONES VIVIENTES del
Omnimisericordioso, pero la Raza
Lunar, esta raza perversa de Adán, odia
mortalmente a tales AUXILIARES."
(Enseñanzas de nuestro Venerable y Amado
Maestro Samael Aun Weor.)
***
"Amadísimos
hermanos GNÓSTICOS: [...], quiero que
sepáis que todas las cuevas conocidas y
por conocer forman una vasta e
ininterrumpida red que abarca por entero
el planeta, constituyendo el ORCUS de los
clásicos, el LIMBO de los Cristianos, el
otro mundo, en fin, donde vivimos después
de
muertos."
"EL DANTE FLORENTINO el fiel discípulo de
VIRGILIO ve al LIMBO en el primer circulo
de los MUNDOS-INFIERNOS o MUNDOS
INFERIORES. Ciertamente, podemos afirmar
enfáticamente que el Limbo es la región de
los muertos, el Mundo Molecular.
Ciertamente, podemos afirmar enfáticamente
que el Limbo es la región de los muertos,
el Mundo Molecular."
"En el Limbo jamás se escuchan las quejas
y blasfemias de los condenados; en el
Limbo sólo se oyen suspiros que proceden
de la pena sin tormento de una inmensa
multitud de hombres, mujeres y niños que
no pudieron ingresar al Reino."
"Es urgente que sepáis amadísimos hermanos
GNÓSTICOS, que las Almas del Limbo no
pecaron y si pecaron se arrepintieron y
hasta adquirieron en la vida muchos
méritos y virtudes, belleza e inocencia,
pero eso no fue suficiente para lograr la
entrada al Reino, les faltó lo principal;
les faltó el trabajo con las aguas
espermáticas de la existencia, no
conocieron el ARCANO A. Z. F., el SAHAJA
MAITHUNA, la MAGIA SEXUAL y si alguien les
habló de eso, lo rechazaron, creyendo que
podrían ingresar al Reino sin el agua del
Bautismo."
"Conviene aclarar de una vez y para
siempre, mis caros hermanos, que el
BAUTISMO simboliza en forma clara y
especifica el trabajo sexual con el ENS
SEMINIS dentro del cual se encuentra en
estado potencial todo al ENS VIRTUTIS del
Fuego."
"La Pila Bautismal conteniendo las AGUAS
ESPERMATICAS del primer instante, es el
SEXO, la Piedra Filosofal de los viejos
ALKIMISTAS medioevales sobre la cual
debemos edificar el TEMPLO INTERIOR."
"Pedro, el Gran Maestro del Sexo. dijo:
"He aquí, pongo en Sión la principal
PIEDRA del ángulo, escogida, preciosa; y
el que creyere en ella, no será
avergonzado." "Para vosotros, pues, los
que creéis, él es precioso; pero para los
que no creen, LA PIEDRA que los
edificadores desecharon, ha venido a ser
la cabeza del ángulo; PIEDRA de tropiezo y
ROCA de escándalo".
"Quien quiera subir, debe primero bajar,
esa es la Ley. Recordad que el SEXO es
PIEDRA de tropiezo y ROCA de escándalo."
"Es urgente bajar a la NOVENA ESFERA (El
Sexo), para trabajar con el AGUA y el
FUEGO, origen de Mundos, Bestias, Hombres
y Dioses, toda auténtica Iniciación Blanca
comienza por allí."
"El descenso a la NOVENA ESFERA fue desde
los antiguos tiempos la prueba máxima para
la suprema dignidad del HIEROFANTE; JESÚS,
HERMES, BUDDHA, MAHOMA, MOISÉS, EL SANTO
LAMA, etc., tuvieron que pasar por esa
terrible prueba."
"Es urgente fabricar los CUERPOS SOLARES
en la FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO, porque
al banquete del Señor está prohibido
asistir con cuerpos Lunares, con trajes de
mendigos."
"A la FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO, a la
NOVENA ESFERA, bajan MARTE para retemplar
la espada y conquistar el corazón de
VENUS, HERMES para limpiar los ESTABLOS de
AUGIAS con el fuego sagrado y PERSEO para
cortar la cabeza de la MEDUSA."
"En el Limbo encontró Dante a muchos niños
inocentes. Patriarcas y Hombres Ilustres
que jamás bajaron a la NOVENA ESFERA; por
tal falta están condenados, consistiendo
su pena en vivir con el deseo sin
esperanza."
"En el LIMBO viven personas de mucho
valor, cuyo único crimen es no haber
fabricado sus CUERPOS SOLARES."
"En el LIMBO encontró Dante a poetas tan
famosos como HOMERO y al satírico HORACIO
y a OVIDIO el tercer y ultimo LUCANO."
"Y flotando en el limbo llegó el DANTE
FLORENTINO al pie de un noble castillo
rodeado siete veces de altas murallas y
defendido alrededor por un bello
riachuelo, y atravesó siete puertas hasta
llegar a un prado de fresca verdura donde
encontró austeros personajes de gran
autoridad pero vestidos desgraciadamente
con cuerpos lunares."
"En el Limbo encontró el Dante a Electra
con muchos de sus compañeros, entre los
que reconoció a Héctor y a Eneas. En el
limbo encontró Dante a Camila y a
Pentesilea y al buen Rey Latino que estaba
sentado al lado de su hija Lavinia."
"En el Limbo vio Dante a Bruto que arrojó
a Tarquino de Roma y a Lucrecia y vio
también a Julia y a Marcia y a Cornelia y
a Saladino que estaba solo y separado de
los demás."
"Y encontró Dante en el Limbo a Sócrates y
a Demetrio que pretende que el mundo ha
tenido por origen la casualidad y a
Diógenes y Anaxágoras y a Tales y a
Empédocles, Heraclito y Zenón; todos ellos
muy sabios pero vestidos con trajes de
mendigos, con Cuerpos Lunares."
"Y encontró Dante en el Limbo a
Dioscórides el observador de la cualidad y
al moralista Séneca y al Geómetra Euclides
y a Tolomeo y a muchos otros sabios
varones de la Raza Lunar."
"En el
Limbo viven muchos Justos Varones, que
trabajaron por la humanidad y que
disolvieron el YO pero que cometieron el
error de no fabricar sus Cuerpos Solares."
"Uno se asombra al ver al Mahatma Ghandi
vestido con Cuerpos Lunares y viviendo en
el Limbo. En cierta ocasión después de
haber verificado que el FUEGO SAGRADO no
había ascendido jamás por la ESPINA DORSAL
del Mahatma no tuve inconveniente en
decirle: "TU ESTÁIS SIN REALIZAR". La
respuesta fue "NO TUVE TIEMPO PARA ESO"
Esa no es disculpa justa fueron mis
palabras finales. Ciertamente el Mahatma
Ghandi habría podido fabricar sus Cuerpos
Solares en la Fragua Encendida de Vulcano
(EL SEXO), porque tuvo una magnifica
esposa, pero cometió él error de
abstenerse, creyó que renunciando al Sexo
podría AUTO REALIZARSE, fue un Equivocado
Sincero."
"En un Templo del Limbo encontré también a
Yogananda vestido con Cuerpos Lunares,
honradamente se creía AUTO-REALIZADO y
cuando le hice ver su error, cuando le
dije: Tú no estáis Auto-Realizado, se
llenó de gran asombro y me quiso formar
discusión, fue necesaria la intervención
del Maestro Superior del templo para que
comprendiera su situación. Jamás me pesaré
haberle advertido al Gran Yoguin, al noble
YOGANANDA, el que tendrá que Reencarnarse
para casarse y trabajar en la Novena
Esfera, si es que quiere fabricar sus
Cuerpos Solares para ingresar al Reino."
"En el Limbo viven millones de Santos
ermitaños, sublimes Yoguines y nobles
Místicos que sintieron asco por el SEXO y
que creyeron inocentemente que se podría
entrar al Reino con Cuerpos Lunares."
"El
Limbo es la región de los Inocentes, de
aquellos Místicos, Santos, Sabios,
penitentes, que no conocieron el GRAN
ARCANO, el MAITHUNA o que lo rechazaron
porque muy honradamente creyeron que solo
a base de Abstención Sexual, Pranayamas,
Penitencias, Ejercicios Yóguicos, etc.,
podrían Auto Realizarse; Por algo dijo
Pedro que el SEXO es PIEDRA de tropiezo y
ROCA de escándalo."
"En el Limbo existen millares de Escuelas
Seudo-Esotéricas y SEUDOOCULTISTAS que
imparten a sus afiliados sublimes
lecciones que a nadie perjudican y que a
todos benefician, pero que
desgraciadamente jamás sirven para la
AUTO-REALIZACION INTIMA, porque no enseñan
el Evangelio de Pedro, el MAITHUNA."
"Solo MERCURIO [HERMES-ANUBIS] el
Mensajero de los Dioses, el Archimago, con
el CADUCEO DE MERCURIO Símbolo de la
espina dorsal en la que se enlazan las dos
serpientes llamadas IDA Y PINGALA, podrá
mediante el MAITHUNA evocar de nuevo a la
vida a las infelices ALMAS precipitadas en
el Limbo." (Enseñanzas de nuestro
Venerable y Amado Maestro Samael Aun
Weor.)
- V -
"¡Mira cuán grande es la reunión de
blancas estolas!"
- Bernardo Abad de
Claraval -
"-
¡Mira cuán grande es la reunión
de blancas estolas! ¡Mira qué
gran circuito tiene nuestra ciudad!
¡Mira nuestros escaños tan llenos, que
ya son pocos los llamados a ocuparlos!
(Palabras dirigidas por la
Bienaventurada Beatrice a su Bienamado
Dante en el Canto XXX del Paraíso de la
Divina Comedia).
La "grande... reunión de
blancas estolas", es una clara alusión a la
"Hermandad de los Caballeros de la Orden del
Temple...", semejante en su origen a las
Capas Blancas de los antiguos Cistercienses
de los tiempos de Bernardo de Claraval y en
cuya "Acta" de la "Regla Original de la
Orden de los Caballeros del Temple" está
escrito por el "escribano" del "concilio",
lo siguiente:
"ACTA"
"Acta del concilio en el cual, tal como
dejo constancia Juan Michaelensis,
nombrado escribano para dicho concilio, San
Bernardo de Claraval entrega a Hugo de
Payns y a los demás Caballeros
Templarios, la Regla que en adelante
deberían seguir, como Orden plena de
Caballería. Francia, en el año
del Señor de 1127..."
"[...]
Finalmente, nosotros, con toda afeccion, y
piedad fraternal, y a ruegos del
Maestre Hugo, en quien la sobredicha
Milicia tuvo principio, estando
juntos, con ayuda de Dios, e influyendo el
Espiritu Santo de diversas mansiones de la
Provincia ultramontana, en la fiesta de
San Hilario, año de la
encarnacion del Señor 1128. y
del principio de la dicha Milicia el
nono, merecimos oír de
boca del mismo Maestre Hugo, el modo, y
observancia de esta Orden Militar,
capitulo por capitulo; y segun
la noticia de la pequeñez de nuestro
saber, todo lo que en el presente Concilio
no se nos pudo contar, y referir de
memoria, lo pusimos, de conformidad, y con
dictamen de todo el Capitulo, á la
providencia, y discrecion de nuestro
Venerable Padre Honorio II. y del inclito
Patriarca de Jerusalén Esteban, esperto en
la fertilidad, y necesidad de la Religion
Oriental, y de los pobres Conmilitones de
Christo; á la verdad, aunque un gran
numero de Religiosos Padres, que en aquel
Concilio se juntaron por Divina
inspiracion, apoya la autoridad de nuestro
dictamen, no debemos pasar en silencio
aquellos que vieron, y profirieron estas
verdaderas sentencias, de que yo Juan
Michaelensis, por mandado del
Concilio, y del Venerable Abad de
Claraval, a quien estaba encargado, y
aún le era debido este asunto,
merecí, por la Gracia Divina, ser escritor
de la presente pagina..."
Donde,
más adelante, en el Capítulo XXII, de la
"Regla Original de la Orden...", se ordena a
Los Caballeros Templarios, vestirse con
"vestidos blancos, o capas cándidas":
"XXII.-
Que los Cavalleros que huviere,
tan solamente traygan vestidos blancos
A ninguno es concedido traer
vestidos blancos, o capas candidas, sino
es a los dichos Soldados de Christo
nombrados." (De la "Regla
original de la Orden de los Caballeros del
Temple". - Nota: la ortografía es de la
época antigua de esta versión en Español).
Más adelante en el año de
1146 los Templarios fueron autorizados a
llevar una cruz de paño rojo, en sus capas
blancas, y en el hombro derecho, y en sus
estandartes.
Recordemos que Bernardo de
Claraval, y a quien Dante Alighieri reconoce
como su Guía, como su Maestro... en el
Paraíso, fue el promotor de la
"Orden de los Pobres Caballeros de Cristo
Caballeros del Templo de Salomón".
Bernardo de Claraval, "el Patrón de los
(Verdaderos) Templarios", fue quien dio su
forma definida a La Regla de la
Orden del Temple...
y les dio las normas de comportamiento en
su "Libro a los caballeros templarios
Elogio de la nueva milicia".
Bernardo de Claraval es
considerado "... el prototipo de Galaad, el
caballero ideal y sin tacha, el héroe
victorioso de la 'gesta del Santo Grial'..."
"Es en
'La Divina Comedia' donde aparece patente
su filiación templaria pues luego de ser
guiado en su viaje por Virgilio y Beatriz,
es San Bernardo de Claraval (símbolo de la
contemplación) quien lo conduce [a Dante]
a los niveles de más elevada
espiritualidad, a la residencia de Dios,
señalándole el lugar que ocupan las almas
bienaventuradas en el amplio escenario de
la Rosa Mística."
- San Bernardo de
Claraval, Patrón de los Templarios -
Dante Alighieri se reconoce
claramente -y nadie puede negarlo- como
Discípulo de "Bernardo de Claraval", el
"Patrón de los Templarios", el promotor de
la Orden del Temple, el creador de su Regla,
y a quien, sus fundadores, algunos de ellos
parientes cercanos, pedían su guía en los
asuntos más importantes de la "Orden de los
Pobres Caballeros de Cristo Caballeros del
Templo de Salomón"...
Víspera del
Shabbath del
Viernes 6 de Agosto del Año 2010
- Revisión 7 de Agosto 2010 -
- Ampliación:
20 de Agosto de 2017
con motivo del Día de San Bernardo de Claraval
-
- Revisión:
20 de Agosto de 2019
con motivo del Día de San Bernardo de Claraval
-
- Revisión: 20
de Agosto de 2020
con motivo del Día de San Bernardo de Claraval
-
Amamos a
todos los Seres, a toda la Humanidad.
Cada Ser Humano es también la Humanidad
"¡Que todos los Seres sean Felices!"
"¡Que todos los Seres sean Dichosos!"
"¡Que todos los Seres sean en Paz!"
"¡Que todos los Seres nos Brindemos Amor!"
De todo Corazón,
Para toda la Pobre Humanidad Doliente,
Luis Bernardo Palacio Acosta
Bodhisattwa del V.M. Thoth-Moisés
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