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profanos. Ellos elaboran el oro con una planta; mezclan las hojas de la planta con saliva, y así elaboran oro puro, con el cual hacen imágenes sagradas."
"En la Sierra Nevada existe una Gran Logia Blanca del Rayo Maya, a la cual pertenecen los [*] Grandes Maestros Indígenas." ("MARZO 8 DE 1952", Enseñanzas de Nuestro Venerable MAESTRO SAMAEL AUN WEOR en Su Obra "APUNTES SECRETOS DE UN GURÚ").
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Edición Electrónica, revisada, corregida y ampliada. En esta "Nueva Edición" digital (de este año 2016), completamente gratuita, se han corregido además muchos errores de dactilografía y de puntuación de la "Primera Edición" editada en el año de 1984.
Aclaración:
A partir de la página 56 de esta edición, están escritas las transcripciones de las Enseñanzas de Nuestro Venerable MAESTRO SAMAEL AUN WEOR, y de Nuestro Venerable MAESTRO RABOLÚ sobre La Ciencia y el Arte de la ALQUIMIA.
Los estudios que abarcan desde el Prólogo hasta la página 55 de esta edición, son el resultado de algunas investigaciones que realizamos por aquellos años de 1983-1984 en el campo de la Ciencia y del Arte de la Alquimia a la Luz de las Enseñanzas Gnósticas de Nuestro V.M. Samael Aun Weor, de Nuestro V.M. Rabolú, y de otros Grandes Alquimistas.
Prólogo
Como quiera que la Ciencia Alquímica, -sus fundamentos- están basados en principios propios, sencillos, descomplicados, y en procesos muy naturales que, originalmente nada tienen que ver con "ampulosas teorías de enjundioso contenido", no será difícil al lector, ni excusa tendrá para ello, el emprender tan preciosa labor.
Es por esta razón, que siendo la Ciencia Madre sencilla, humilde y descomplicada, necesite de elementos afines a ella.
"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado a los niños. Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos". (El Santo Evangelio Según San Mateo 11:25).
Es difícil no perderse en el tortuoso camino en la búsqueda de los principios de la Alquimia sin la sabia guía y orientación de un amoroso Maestro que haya vivido, paso a paso, en sí mismo, los admirables procesos de transmutación del plomo de su personalidad en el Oro del Espíritu Puro y en el crisol de su existencia.
Por fortuna, hemos tenido la gracia especial, de recibir la enseñanza viva de nuestros Venerables Maestros Samael Aun Weor y Rabolú, trabajadores Infatigables de la Gran Obra y auténticos habitantes de la Ciudad de Heliópolis: Hombres Solares Cristificados en el más estricto sentido de la palabra.
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