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"Las Jerarquías están luchando, guiándolo, orientándolo, para que usted sea uno de los que vá a dar fruto primero." (Carta 1055A del 12 de septiembre de 1994 que nos escribió nuestro V.M. Rabolú, el Profeta Elías Reencarnado).
Esotéricamente "dar fruto" es cuando se Encarna y Nace el Cristo de Oro en el Corazón de un Iniciado.
Estos Testimonios dados para quienes los “puedan llevar”, le estaban reservados por nuestro Señor Jesús El Cristo, al Consolador (“Menahem”) o el Espíritu Santo en el Profeta Esjatológico que es Moisés Reencarnado:
"Empero cuando viniere el Consolador, el cual Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de Mí. Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio."(Juan 15:26-27).
"Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad [el Espíritu Santo, el Consolador, Menahem], él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. Él me glorificará: porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre, mío es: por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:12-16).
El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. y es “Consubstancial” con el Padre Celestial y con el Hijo Unigénito del Padre Celestial.
El Espíritu Santo es Masculino y Femenino.
El Aspecto Masculino del Espíritu Santo es el Profeta Moisés, y el Aspecto Femenino del Espíritu Santo es la Santa y Sagrada Shejináh, “La Gloria Divina”, la Esposa Celestial del Profeta Moisés, llamado “Un Hombre de Buena Apariencia”, que se refiere a las explicaciones claras de la Sagrada Toráh “haciendo saber las cosas que han de venir”:
“...'Un hombre de buena apariencia' también significa Moisés, del cual está escrito 'umar’eh, ('por clara apariencia', y no en discursos oscuros, Números XII, 1); así también 'Hombre' (Isch), como es llamado 'Hombre de Dios' (Deuteronomio XXXIII, 1), el Esposo, como lo era, de la Gloria Divina [la Santa Shejináh], llevándola adonde quisiera sobre la tierra, privilegio que ningún otro hombre gozó jamás.” (El Zohar).
En el Zohar se explica que en Moisés está encarnado “el espíritu santo” surgido “desde las profundidades de una piedra de zafiro en la que estaba oculto”:
“... Cuando llegó la hora en que debió descender a este mundo Moisés el pastor y profeta fiel. Dios produjo un espíritu santo desde las profundidades de una piedra de zafiro en la que estaba oculto y lo coronó con coronas y lo iluminó con doscientas y cuarenta y ocho luces y lo puso delante de sí y puso a su cargo el conjunto de Su propia Casa, con las ciento y setenta y tres llaves...” (El Zohar).
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