XUÉ (SHUÉ)
ZUHÉ - ZUMÉ - TUMÉ

Xué o Bochica fue el Primer Anciano-Sacerdote-Cacique de los Chibchas. Su Historia se remonta a épocas muy antiguas.

Estudios científicos llevados a cabo en granos de maíz carbonizado cuya antigüedad ha sido fijada hacia el año 310 E.C., hallados en excavaciones arqueológicas realizadas en Sogamoso, Boyacá, Colombia, por el arqueólogo e historiador E. Silva Celis, confirman que ya en los primeros siglos de nuestra Era Cristiana la Cultura Chibcha estaba altamente desarrollada, habiendo aparecido mucho tiempo antes su Guía y Legislador: Xué o Bochica.

Los Indígenas Chibchas de la Provincia de Vélez (a 180 kilómetros de Bogotá, en el sur del actual Departamento de Santander) le narraron al conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada sobre los tiempos Históricos de su Cultura que iban más allá de 1.500 años; es decir, de más de 2.000 años contando a partir de nuestra época actual. Lo que confirma que la Cultura Chibcha era una Civilización floreciente en tiempos anteriores a nuestra Era Cristiana. Cuando los primeros conquistadores y misioneros en el siglo XVI, tuvieron contacto con sus descendientes, ya se habían introducido en sus ritos y costumbres algunas prácticas completamente ajenas y contrarias a las enseñanzas de Xué o Bochica. No eran más ni menos horripilantes los inhumanos y siempre reprobables, rechazables y abominables sacrificios humanos en que habían caído algunas de las antiguas civilizaciones, que los crímenes cometidos contra víctimas inocentes quemadas vivas en las hogueras de la Inquisición.

Aparte de los errores en que los Muiscas de la época colonial habían ya incurrido, eso no le resta valor, ni a los aspectos positivos de su Antigua Cultura que aún conservaban, ni mucho menos a su Primer Padre Espiritual Bochica ni a sus enseñanzas.

Mas también sucede que la interpretación que los eruditos e investigadores puedan darle a antiguas tradiciones o a piezas arqueológicas halladas, no solamente de los antiguos Chibchas, sino de otras Culturas Indígenas, sea una interpretación equivocada, puesto que la expresión artística de la Cultura de los antiguos Pueblos fue siempre simbólica y no se puede interpretar literalmente.

Los antiguos Chibchas que poblaron los territorios del actualmente denominado Altiplano Cundiboyacense en Colombia, conocían el uso del Telar y los símbolos sagrados del Cáliz y de la Santa Cruz, cuyos usos y significados fueron legados a ellos por su Guía y Legislador Xué o Bochica:

"Recientemente hemos descubierto pinturas rupestres en las que reconocimos tanto la representación del telar dibujado a tinta roja como las figuras caliciformes y cruciformes de que da cuenta el mito, en lugares por donde, según la tradición, pasó el caudillo civilizador de los muiscas." (Eliécer Silva Celis, "Antigüedad y Relaciones de la Civilización Chibcha").

El uso del Telar entre los antiguos Incas se remonta a muchos siglos antes de nuestra Era Cristiana en tiempos contemporáneos a su uso entre los antiguos Chibchas.

XUÉ O BOCHICA Y LOS CHIBCHAS EN LAS CRÓNICAS

Una de las Crónicas más antiguas sobre los Chibchas, y la primera, es la del Cronista Fray Juan de Castellanos, sacerdote "beneficiado" "de la iglesia parroquial de la ciudad de Tunja" en donde residió "muchos años" (de 1561 a 1606), escrita en su "Historia del Nuevo Reino de Granada" (manuscrito con fecha de 1602, editado y publicado en libro "por primera vez" en 1886, "conforme a su original").

En 1538 y 1539 Juan de Castellanos estuvo en Santafé de Bogotá con el conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada pues formaba parte de su expedición al "Nuevo reino de Granada" ("Introducción" de la "Historia del Nuevo Reino de Granada", 1886), lo que indica que los años cuando escuchó los relatos de los Chibchas son muy anteriores a la fecha (1602) de su manuscrito, de cuya primera edición entresacamos los siguientes párrafos, con la ortografía de su época, resaltando de nuestra parte algunas palabras:

"Verdad sea que cuentan cómo vino
en los pasados siglos un extraño
á quien llamaban Neuterequeteua,
ó Bochica por otro nombramiento,
ó Xue que, según dicen algunos,
no fueron sino tres los que vinieron
en diferentes tiempos predicando;
pero lo más comun es que uno solo
tenia los tres dichos epitetos
.
Éste tenia muy crecida barba,
y hasta la cintura los cabellos,
con venda rodeados y cogidos,
al modo del rodete que ellos usan,
ó como los antiguos fariseos
los anchos filacterios ó coronas
con que se rodeaban la cabeza;
y del Decálogo los mandamientos
en medio de la frente colocados
;
que bien desta manera tienen estos
una rosa de plumas en el medio
deste rodete de que tienen uso,
el cual compuesto sobre los cabellos,
cae la rosa dél sobre las cejas."

"Andaba, pues, aqueste, segun dicen,
las plantas por el suelo sin calzado,
un almalafa puesta, cuyas puntas
ataba sobre el hombro con un nudo,
de donde dicen ellos que tomaron
andar descalzos y en el mismo traje
y largos los cabellos, porque barbas
á muy pocos ocupan las mejillas."

"Éste les predicaba muchas cosas,
las cuales, si eran buenas, poco caso
hicieron dellas, pues las olvidaron
;"

[...]

"Y el Bochica, que es Neuterequeteua ,
á quien ellos alaban por muy santo,"

[...]

"pues afirman morir en Sogamoso,"

[...]

"Y al tiempo de su muerte, segun dicen,
al cacique dejó por heredero
de su gran santidad y poderío
,
y tienen hoy por muy averiguado
ser aquel territorio tierra santa
,
y que el cacique della tiene mano
para poder mudar los temporales,
llover y granizar, y enviar hielos,
y los demás efectos que proceden
de la media región y baja y alta."

"Y asi de todas partes deste reino
en busca del remedio que desean
allí suelen venir en romería
gran cantidad de gentes con ofrendas..."

(Párrafos entresacados textualmente de la primera edición de 1886, de la "Historia del Nuevo Reino de Granada", "Canto Primero", escrita por el primer Cronista de los Chibchas Juan de Castellanos.)

De las Crónicas de Fr. Pedro Simón del Orden de San Francisco del Nuevo Reino de Granada transcribimos los siguientes párrafos:

"DESPUÉS de la adoración del sol, que estimaban por la más famosa, veneraban otros dioses de diversos nombres, á quien adoraban para necesidades diferentes; los más principales de éstos eran Chibchachum y Bochica: el primero era propio de toda esta Provincia de Bogotá, y así le pusieron el nombre conforme á ella, que comunmente le llaman Chibcha, y la lengua de esta sabana, que es la más universal de estas tierras, se llamaba la lengua Chibcha, como dejamos dicho, y Chim quiere decir báculo en esta lengua, donde juntando los dos vocablos y diciendo Chibchachum, significa báculo de esta Provincia Chibcha, porque este nombre le daban á este Dios, por lo mucho que les favorecía, no ausentando jamás de la Provincia para acudirles con más facilidad. El Bochica era Dios universal, más y aún casi señor de este otro, pero ambos les daban leyes y modos de vivir; respondían en los oráculos que se les consultaban, aunque nunca los veían los Jeques ni otros, porque eran unas cosas incorpóreas ó como de aire. A estos dos siempre que les ofrecían había de ser oro, con el modo que después diremos, porque aunque eran dioses universales de todos, más en particular era el Bochica de los Caciques y Capitanes, y el Chibchachum de los mercaderes (de que se preciaron siempre mucho estos indios),..."

[...]

"Otro Dios que tenían que llamaban Cuchaviva, que decían era el aire resplandeciente ó como mejor interpretan otros, era el arco del cielo, de que luego hablaremos,..."

[...]

"... También la Diosa Bachué era común a todos, pero en especial era el amparo de todas las legumbres, ofreciéndole sarmientos de moque y resinas..."

[...]

"... por ciertas cosas que había usado con ellos, al parecer en su agravio, el dios Chibchachum, le murmuraban los indios y ofendían en secreto y en público, con que indignado Chibchachum, trató de castigarlos anegándole las tierras, para lo cual crió ó trajo de otras partes los dos ríos dichos de Sopó y Tivitó, con que crecieron tanto las aguas del valle que no dándose de menos, como dicen, la tierra del valle á contenerlas, se venía á anegar gran parte de ella, lo que no hacían antes que entraran en el valle los dos ríos, porque el agua de los demás se consumía en las labranzas y sementeras, sin tener necesidad de desagüe; fué tan en lleno y universal este castigo, y iba creciendo cada día tan á varas la inundación, que ya no tenían esperanza del remedio, ni de darlo á las necesidades que tenían de comidas, por no tener donde sembrarlas, y ser mucha la gente, por lo cual toda se determinó por mejor consejo de ir con la queja y pedir el remedio al Dios Bochica, ofreciéndole en su templo clamores, sacrificios y ayunos, después de lo cual una tarde, reverberando el sol en el aire un ruido contra esta sierra do Bogotá, se hizo un arco como suelen naturalmente, en cuya clave y capitel se apareció resplandeciente el demonio [*] en figura de hombre, representando el Bochica con una vara de oro en la mano, y llamando á voces desde allí á los Caciques más principales, á que acudieran con brevedad con todos sus vasallos; les dijo desde lo alto: he oído vuestros ruegos, y condolido de ellos y de la razón que tenéis en las quejas que dais de Chibchachum, me ha parecido venir á daros favor en reconocerme; me doy por satisfecho de lo bien que me servís, y á pagároslo en remediar la necesidad en que estáis, pues tanto toca á mi providencia y asi aunque no os quitaré los dos ríos, porque algún tiempo de sequedad los habréis menester, abriré una sierra por donde salgan las aguas, y queden libres vuestras tierras, y diciendo y haciendo arrojó la vara de oro hacia Tequendama y abrió aquellas peñas por donde ahora pasa el río; pero como era la vara delgada, no hizo tanta abertura como era menester para las muchas aguas que se juntan en los inviernos, y así todavía rebalsa, pero al fin quedó la tierra libre para poder sembrar y tener el sustento; y ellos obligados á adorar y hacer sacrificios como lo hacen en apareciendo el arco, aunque llenos de temores por lo que después les puso el Chibchachum, de que habían de morir muchos en apareciéndose el arco; pero el castigo que á él le había dado el Bochica, por el hecho, que fué cargar en sus hombros toda la tierra y que la sustentara, lo cual antes de esto dicen se sustentaba sobre unos grandes guayacanes, y esa es la razón por qué ahora tiembla la tierra, lo que antes de esto no hacía, porque como le pesa mucho al mudarla de un hombro á otro, le hace se mueva y tiemble toda ella." ("Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales por Fr. Pedro Simón del Orden de San Francisco del Nuevo Reino de Granada. Segunda Parte", primera edición impresa en libro de la "Segunda Parte" en el año de "1891". Sus "Noticias Historiales...", las escribió a partir del año de 1623.)

[*] (El término "demonio" que usa aquí Fray Pedro Simón se debe al fanatismo inquisitorial de aquellos tiempos, y también a su falta de comprensión de los principios universales de la Verdad Única, latentes en las grandes Culturas de los Indígenas de América. Esa calificación de "demonio" es grave inclusive para los fieles creyentes pues el obispo y cronista Fernández Piedrahíta, Lucas, 1624-1688, identificó a Bochica con el Apóstol Bartolomé... Además Bochica, Xué, o Zuhé es idéntico con el Zumé y Tumé del Perú, del Brasil y del Paraguay, al que los sacerdotes Jesuitas identificaron con el Apóstol Tomás...).

Otra de las crónicas más antiguas que lleva por título "Historia General de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada…", escrita por "Fernández Piedrahíta, Lucas, (obispo y escritor nacido en Santafé de Bogotá el 6 de marzo de 1624), y a quien nos hemos referido antes, dice (según la transcripción que aquí presentamos con la ortografía de esta edición) de los relatos sobre Bochica o Zuhé, que los Chibchas:

"… referían, y lo hacen al presente por tradicion de unos en otros, que en los pasados siglos aportó A aquellas regiones un hombre extranjero, á quien llamaban unos Nemquetheba, otros Bochica, y otros Zuhé, y algunos dicen que no fué solo el extranjero, sino tres, que en diferentes tiempos entraron predicando; pero lo más comun y recibido entre ellos es, que fué uno solo con los tres epítetos referidos. Este tal, dicen que tenia la barba muy crecida hasta la cintura, los cabellos recogidos con una cinta como trenza puesta á la manera que los antiguos fariceos usaban los pilacterios [filacterias] ó coronas con que se rodeaban  las cabezas, trayendo colocados en mitad de la frente los preceptos del Decálogo. Pues á ese modo, refieren, le usaba, y esa forma en los rodetes que se ponen los indios en las cabezas, colocan una rosa de plumas, que les cae sobre las cejas. Andaba este hombre con las plantas desnudas, y traia una almalafa [*] puesta, cuyas puntas juntaba con un nudo sobre el hombro; de donde añaden haber tomado el traje, el uso del cabello, y de andar descalzos."

* ["almalafa." "Vestidura moruna que cubría el cuerpo desde los hombros hasta los pies." "DRA".]

"Predicábales el Bochica muchas cosas buenas (segun refieren, y si lo eran, bien se ve el poco caso que hicieron de ellas).,,"

[…]

"Del Bochica refieren en particular muchos beneficios, que les hizo, como son decir, que por inundaciones del rio Funza, en que intervino el arte de Huytháca, se anegó la sabana ó pampa de Bogotá, y crecieron las aguas, de suerte que obligó á los naturales á poblarse en las cabezas más levantadas de los montes, donde estuvieron hasta que llegó el Bochica, y con el bordon hiriendo en una serranía, abrió camino á las aguas, que dejaron luego la tierra llana, de manera que pudiese habitarse como de ántes; y que fué tal el impetu de las aguas represadas maltratando y rompiendo las peñas, que de él se formó el salto de Tequendama, tan celebrado por una de las maravillas del mundo, que lo hace el rio Funza, cayendo, de la canal que se forma entre dos peñascos de más de media legua de alto, hasta lo profundo de otras peñas que lo reciben con tan violento curso, que el ruido del se oyó á siete leguas de distancia. Los más dias está impedido de poderse ver con distinción, respecto de que de la caida y precipicio de las aguas se forma una niebla oscura que embaraza la vista: bájase á él por una montaña de agradable deleite á los ojos; pero quien más lo acrecienta son las peñas tajadas, que del uno y otro lado formó la naturaleza tan niveladas, que no, las pudiera el arte sacar más perfectas de piedra labrada á cincel. Dista este salto poco ménos de ocho leguas de la ciudad de Santafé. Ultimamente afirman  del Bochica, que murió en Sogamoso despues de su predicacion; y que habiendo vivido allí retirado veinte veces cinco veintes de años, que por su cuenta hacen dos mil, fué trasladado al cielo, y que al tiempo de su partida dejó al cacique de aquella provincia por heredero de su santidad y poderio; y de aquí es la veneracion que tienen á todo aquel territorio, como á tierra santa, y en memoria de este Bochica hay una carrera abierta desde los Llanos [los Llanos Orientales *] á Sogamoso, que tendrá como cien leguas de longitud, muy ancha, y con sus valladares ó pretiles por una y otra parte, aunque ya maltratada y oscurecida con la paja y barzal que se ha criado en olla, por la cual dicen que subió el Bochica desde los Llanos al Nuevo Reino."

* (Los Llanos del río Orinoco que limitan con Brasil y Venezuela, y al sur con la Llanura Amazónica que limita a su vez con el Brasil y con el Perú).

Inmediatamente, después de escribir las anteriores y arcaicas tradiciones de los Chibchas del altiplano cundiboyacense identifica en Bochica o Zuhé al Apóstol Bartolomé:

"... entre las demás partes en que predicó el bienaventurado Apóstol San Bartolomé, fué una de ellas esta de las Indias Occidentales, es muy verosímil que el Bochica, de quien hacen esta relacion, fuese este glorioso Apóstol,..."

Y luego continúa diciendo:

"Sea el primero la antigüedad del tiempo en que refieren aquella venida del Bochica: las señas del traje que vestia, que es el que ellos usan de túnica, manta y cabello largo en forma nazarena: al haberle dado entre otros el epíteto de Zuhé, que es el mismo que dieron despues á los primeros hombres blancos que vieron en las conquistas: el conocimiento de que las cosas que el Bochica les enseñaba eran buenas, [...]. Sea el segundo el referir que fueron beneficios los que recibieron de sus manos, como son las noticias que conservaron de la inmortalidad del alma, del juicio universal y resurreccion de la carne, [...] la veneracion á la Santísima Cruz, poniéndola (como dijimos) sobre algunos sepulcros: la ruina de Huytháca, [...]. Y sea el tercero, el sentimiento comun de naturales y extranjeros, de que el vestigio que se halla estampado en una piedra de la provincia de Ubaque fué señal del pié del Apóstol, que dejó para prueba de su predicacion y tránsito por aquellas partes, como por las de Quito, donde se halla otra en la misma forma. Noticias y acciones son éstas, que sin grave nota no podremos atribuirlas á otro que á San Bartolomé; y si nó, dígame el más curioso lector, ¿de quién otro que de un Apóstol pudieran referirse entre gentiles las que tenemos dichas?". (Párrafos tomados de la "Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de Granada: a las S. C. R. M. de d. Cárlos Segundo rey de las Españas y de las Indias - "Libro Primero", "Capítulo III". Autor: "Fernández Piedrahíta, Lucas, 1624-1688." Fecha de publicación de esta edición: 1881 - Edición digital de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República de Colombia).

Las fuentes y tradiciones reunidas por el autor de las anteriores Crónicas le dan una gran antigüedad a Bochica o Zuhé, situándolo varios siglos anteriores a nuestra Era Cristiana, pues cuando Bochica partió dejando como Supremo Sacerdote al Cacique Sugamuxi a cargo del Pueblo Chibcha, había "vivido allí retirado veinte veces cinco veintes de años, que por su cuenta hacen dos mil" años, antigüedad que se confirma por estudios científicos recientes de objetos hallados en excavaciones arqueológicas.

El historiador, arqueólogo y etnólogo Colombiano E. Silva Celis, de acuerdo a las Crónicas de las palabras que el conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada escuchó de los Indígenas, y a sus investigaciones científicas, estaba convencido de que Bochica existió varios siglos antes de nuestra Era Cristiana.

El nombre de Bochica como Xué o Zuhé fue probablemente el nombre del cual se derivaron los nombres Zumé y Tumé, interpretado por los misioneros como el del Apóstol Tomás.

Los Muyscas "... Adoraban á Bochica como dios bienhechor, y á Chibchacum como dios encargado particularmente de la nación Chibcha y con especialidad de ayudar á los labradores, mercaderes y plateros, porque el Bochica era también dios particular de los Ubsaques y capitanes y de sus familias."

"Adoraban también al arco iris bajo el nombre dé Cuchavira, [...]. Solían invocarle las mujeres de parto. Las ofrendas que se le hacían eran esmeraldillas pequeñas, granitos de oro bajo y cuentas de colores que venían desde el mar por cambios. Este culto se fundaba sobre la tradición más general que hallaron los españoles, tradición vulgar hoy en Nueva Granada. Indignado Chibchacum decían los indígenas, á causa de los excesos de los habitantes de la planicie de Bogotá, resolvió castigarlos, anegando sus tierras, para lo  cual lanzó repentinamente sobre la llanura los dos ríos Sopó y Tibitó, afluentes principales del Funza, que antes corrían hacia otras regiones, los cuales la trasformaron en un vasto lago. Refugiados los chibchas en las alturas, y en vísperas de perecer de hambre, dirigieron sus ruegos al Bochica, el cual se apareció una tarde al  ponerse el sol en el arco iris, convocó la nación y le ofreció remediar sus males, no suprimiendo los ríos que podrían serles útiles en tiempos secos para regar sus tierras, sino dándoles salida. (4)"
 
"Arrojando entonces la vara de oro que tenía en las manos, abrió esta la brecha suficiente en las rocas de Tequendama, por donde se precipitaron las aguas, dejando la llanura enjuta y más fértil con el limo acumulado. Ni se limitó á esto el justiciero Bochica, sino que para castigar á Chibchacum de haber afligido á los hombres, le obligó á cargar la tierra, que antes estaba sostenida por firmes estantillos de guayacán [lapacho]. Desgraciadamente esta medida no ha dejado de traer sus inconvenientes, pues desde entonces suele haber grandes terremotos, los que explican los indios diciendo que provienen de que, cansado Chibchacum, traslada la carga de un hombro á otro, y según el mayor ó menor cuidado con que lo verifica, los vaivenes son más ó menos fuertes. (5)"
   
"Todo hace creer hoy que en la serie de los tiempos la cordillera de los Andes es una de las últimas protuberancias que se han formado en nuestro planeta, y al mismo tiempo en pocas tradiciones se halla tan transparente la explicación geológica de un cataclismo, como en la de los Chibchas."  (Del libro "Compendio Histórico – Descubrimiento y colonización de la Nueva Granada. Coronel Joaquín Acosta [1800-1852]. Edición digital de la "Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República" de Colombia.)

De acuerdo al anterior relato, Xué, Zuhé o Bochica, es descrito como un Dios Neptuno y como un Moisés Atlante, auxiliando a los Chibchas en los tiempos del "Diluvio Universal"; y Chibchacum como el Atlas Chibcha.

ZUMÉ - TUMÉ

Las referencias más antiguas de los misioneros que mencionan al Guía y Profeta de los indígenas Tupí del Brasil y Guaraní del Paraguay no van más allá de los primeros años del siglo XVI. Estas noticias hablan de un Hombre Sabio llamado por los Indígenas con el nombre de Zumé o Tumé, al cual los misioneros quisieron identificar con el Apóstol Tomás o Thomé.

Evidentemente, los Indígenas, antes de la llegada de los conquistadores y de los misioneros, no lo llamaban con el nombre del Apóstol Tomás o Thomé. Para ellos era un nombre que pronunciaban como "Zumé" o "Tumé", pues es difícil hallar testimonios directos escritos de los antiguos Tupís y Guaraníes que se refieran a estos o a otros nombres del Sabio Maestro y Guía de sus Ancestros.

Tal vez la versión más antigua sobre la supuesta presencia del Apóstol Tomás o Thomé entre los Indígenas del Brasil, se halla en un opúsculo titulado "A Nova Gazeta da Terra do Brasil", escrito en Alemán hacia los años 1514 ó 1515, y traducido después al Portugués. ("Disponível na Biblioteca Digital Curt Nimuendajú: http://biblio.etnolinguistica.org/".schuller_1915_nova ").

Allí se habla de una Raza Indígena:

"… gente, de bons costumes, de indole honrada; não ha neles vicio nenhum, a não ser que uma aldêa faça guerra á outra. Não se comem, porém, uns aos outros, como na terra do Brasil inferior. [...]. Não fazem prisioneiros. Dizem que o povo é quasi de boa e franca condição, isto é, de boa natureza. O povo naquella costa ou lado tambem não tem leze, isto é, leis, nem rei e unicamente honram entre elles aos velhos e lhes obedecem da mesma maneira que na terra do Brasil inferior. O povo é o mesmo; tem somente outra lingua."

"Nessa mesma costa ou terra ha ainda memória de São Thomé. Quizeram tambem mostrar aos Portuguezes as pegadas no interior do paiz. Mostram igualmente a cruz que ha terra a dentro. E quando fallam de São Thomé dizem que ele é o deus pequeno. Pois ha outro deus que é maior…".

Este antiguo folleto que se remonta a los inicios del siglo XVI, y anterior a la llegada de los Jesuitas, no menciona el nombre en lengua Tupí que los Indígenas de aquella región del Brasil le daban al Maestro Sabio o Guía Espiritual de sus Ancestros. Se limita a llamarlo con el nombre del Apóstol Thomé.

Las narraciones de la presencia del Apóstol Tomás o Thomé en Brasil, Paraguay, Perú, y en otros países de América, son de fechas posteriores a la "... Nova Gazeta da Terra do Brasil".

Esta identificación no significa, obviamente, que Tumé o Zumé haya sido el Apóstol Tomás o Thomé, pues fue una interpretación del nombre de Xué, Zuhé (Bochica), Zumé o Tumé, por parte de los misioneros, debido a la similitud fonética de ambos nombres, para efectos de su predicación.

No solamente son semejantes fonéticamente ambos nombres. Tomás significa "Gemelo", y Quetzalcoátl en uno de sus varios significados se interpreta como "Gemelo", en referencia a Ce-Acatl el Gemelo de Votán-Quetzalcoátl.

La Historia del "Gemelo" Tumé o Zumé (variantes del nombre Xué, Zuhé o Bochica), se remonta a muchos siglos anteriores a nuestra Era Cristiana según los relatos de los Chibchas recogidos por los primeros Cronistas.

Los Misterios de la Santa Cruz fueron llevados por Bochica, Xué, Shué, Zuhé, Zumé o Tumé Arandú por todos los Pueblos Indígenas de América en donde estuvo predicando sus enseñanzas. Misterios recubiertos por los velos de las distintas alegorías, leyendas y simbologías que se refieren a la verdad única del "... principio eterno que anima todas las formas."

LA SANTA CRUZ

"... la palabra de la cruz es locura á los que se pierden; mas á los que se salvan, es á saber, á nosotros, es potencia de Dios." (1 Corintios, 1:18).

"... lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo." (Gálatas, 6:14).

"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." (Gálatas, 2: 20).

"... los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos." (Gálatas, 5:24).

"El Reino de Dios pertenece a los que han tenido Fe en Mi Cruz." ("Libro Secreto de Santiago").

La Santa Cruz nos llama a Morir al pecado. (Romanos, capítulo 6).

La Santa Cruz nos llama a tomar cada día la Cruz de Cristo. Cada día es el Día de la Santa Cruz.

La Santa Cruz es "la Cruz del Perdón", que nos llama, al perdón mutuo, y a Amar como nuestro Señor Jesús El Cristo nos Ama.

La Santa Cruz de nuestro Señor Jesús El Cristo, ya en Su Forma de la Cruz Latina, ya en Su Forma de la Cruz Tau, es el Símbolo Sagrado de los Magos Blancos. La Santa Cruz se forma en el Cruce Sexual entre el Lingam o "Phallus" del hombre, dentro del "Yoni" o "Útero" de la mujer, en el matrimonio, sin eyacular jamás el "Ens Seminis". En la práctica de LOS TRES FACTORES está la Clave de los Misterios de la Santa Cruz.

Nuestra Madre Divina Kundalini nos acompaña siempre al pie de la Santa Cruz.

"La Serpiente, como deidad femenina en nosotros, es la Esposa del Espíritu Santo, nuestra Virgen Madre llorando al pie de la Cruz sexual con el corazón atravesado por siete puñales Stella Maris, la Estrella del Mar, Marah, María, o mejor dijéramos Ram-Io, la Serpiente de fuego ascendiendo victoriosa por la médula espinal del adepto, es nuestro propio Ser pero derivado, que el águila, el Tercer Logos, debe devorar." (Enseñanzas del V.M. Samael Aun Weor).

Entre los antiguos Chibchas se le rendía Sagrado Culto a los Misterios Sexuales en su concepción sublime y casta: los Misterios Sexuales de la Santa Cruz, la Ciencia Sagrada del "Maithuna" o Magia Sexual Blanca, el Tantrismo Blanco, Los Encantos del Amor en la unión casta, fiel, sublime y pura entre un hombre y una mujer, el Evangelio de Bochica, Xué, Shué, Zumé, o Tumé Arandú.

LA ROSA SOBRE LA CRUZ

"Llenos de júbilo y desbordantes de fe, venimos a ti ¡oh cruz!, ¡Oh rosa santa, santa y divina. Tú que das el bálsamo para cada llaga y alientas el fuego que enciende la vida. Tú, que das la vida, me ofreces la cruz que yo reconozco como la mía propia. Yo sé de tu misterio, del sagrado misterio que te envuelve, pues fuiste donada al mundo para hacer infinitas las cosas limitadas. Tu cabeza se yergue majestuosa hasta tocar el cielo para que seas el símbolo del Logos Divino. Para que presida en tu estructura la intersección del madero atravesado que forma tus dos brazos, como dos manos ingentes, que se extienden para ahuyentar las fuerzas siniestras y los poderes inferiores. Para unir en una iglesia de santa fraternidad a todos los seres humanos de puro y noble corazón. Tu pie, como una lanza, está clavado en tierra para que puedas redimir, para que ayudes en tu impulso volitivo a todas las entidades que moran bajo el suelo, en las regiones inferiores del mundo, y que a través de múltiples encarnaciones puedan llegar a la divinidad para estar reunidas eternamente en ti. ¡Oh cruz!, Belleza inmaculada, que eres trofeo de la victoria del Crestos. Que eres imán de vida. Que ofreces la vida con tu árbol santo. Que extiendes tus raíces como dedos gigantescos por la hondura del suelo para donar tu fruto en los cielos infinitos. ¡Oh tú!, Cruz venerable, que eres la santa dádiva del dulce nombre como vid que florece en el jardín del Señor. ¡Oh tú!. Luz, rosa divina en la cruz, que das tu fuerza y tu sagrado poder a los que han merecido en la dura batalla y los conduces por la mística escala que está desde la tierra al Cielo, de la materia al Espíritu. ¡Oh cruz!, Santa y bendita en ti está latente la redención y bajo tu potestad y Luz excelsa nos cobijamos todos para hacer la oferta de este santo sacrificio de la unción eucarística."

San Francisco de Asís utilizaba muy frecuentemente el Símbolo y la Señal de la Santa Cruz en forma de una Tau, que se halla representada entre las piezas arqueológicas de los antiguos Mayas.

Este estudio lo publicamos con la Ayuda de Dios el Día Domingo 14 de Julio del Año 2013.

Amamos a todos los Seres, a toda la Humanidad.
Cada Ser Humano es también la Humanidad.

"¡Que todos los Seres sean Felices!"
"¡Que todos los Seres sean Dichosos!"
"¡Que todos los Seres sean en Paz!"

De todo Corazón
para toda la Pobre Humanidad Doliente,
Luis Bernardo Palacio Acosta
Bodhisattwa del V. M. Thoth-Moisés

Índex
Guía Práctica del Estudiante Gnóstico