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labor de Lucifer, él es el Hilo de Ariadna, él es la Piedra Filosofal; por algo es que peregrinos de la Catedral de Notre-Dame de Paris apagan sus veladoras en las fauces pétreas de Lucifer, en la Piedra del Rinconcito, como se dice por allí.
Se ha hablado de poderes mágicos, sí, podemos llegar a tenerlos, pero necesitamos incuestionablemente crear mucho dentro de nosotros y destruir demasiado, hay mucho que nos sobra y mucho que nos falta; todo el mundo cree que poseemos los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y eso no es así, se hace necesario crearlos y no es posible crearlos sino en la Forja de los Cíclopes, es decir, mediante el trabajo sexual.
Se nos dirá que somos fanáticos del sexo, se equivocan, lo que pasa es que tenemos un laboratorio y es nuestro propio cuerpo, y un hornillo del laboratorio, el fuego del Alquimista, y un crisol que está en el sexo, he allí la Materia Prima de la Gran Obra, el esperma sagrado; transmutarlo es indispensable, convertirlo en energía y para poder luego con esa energía y con lo que ella contiene, crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, eso es lo vital, lo indispensable.
Llegará un día en que habremos de pasar más allá del sexo; sin haber llegado a la meta, eso sería tanto como querer bajarnos del tren antes de llegar a la estación, como querer bajarnos del autobús o camión donde vamos, antes de llegar a la meta que nos hemos trazado. En el sexo hay que crear y hay que destruir. Crear los Vehículos Solares es necesario
para que nuestro Dios interior pueda resucitar en nosotros y eliminar los elementos inhumanos que llevamos dentro. Todos reunidos aquí debemos comprender, no basta con que ustedes escuchen lo que estoy diciendo, es necesario que lo realicen, porque la fe sin obras es fe muerta, se necesita que la fe vaya acompañada de la obra.
Hay que realizar la Gran Obra, mas no basta con tener fe en la Gran Obra, hay que realizar la Gran Obra. Y el resultado final de la Gran Obra, ¿cuál será? Que cada uno de nosotros se convierta en un gran Dios con poder sobre los cielos, sobre la tierra y sobre los infiernos, eso es el resultado final de la Gran Obra, cada uno de nos convertido en una majestad, en una criatura terriblemente Divina. Mas hoy por hoy debemos reconocer que ni siquiera somos humanos, únicamente somos Humanoides, en forma más cruda diría que somos mamíferos intelectuales y nada más, pero podemos salir de este estado en que nos encontramos mediante la Gran Obra. Hiram Abiff es el Maestro Secreto, el Tercer Logos, Shiva, el Primogénito de la Creación, nuestro Real Ser Interior Divino, nuestra Mónada verdadera e individual, necesitamos resucitarla porque está muerta dentro de nosotros, aunque esté viva para los Mundos inefables.
Raimundo Lulio realizó la Gran Obra, recibió en el Mundo Astral el Gran Arcano, y fue con esa llave maestra como pudo trabajar en la Gran Obra. Raimundo Lulio indudablemente conoció fuera de1 cuerpo físico lo que es la Sagrada Concepción de la Madre Divina Kundalini Shakti;
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