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mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la Tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana del día cuarto".
Es cuando ya uno viene, pues, a darle forma propiamente dicha a la Iniciación Cuarta. Cuando ya viene, pues, propiamente dicho, a poseerse ese vehículo de la mente, cuando viene a Cristificar en la Gran Obra; eso es importantísimo. Entonces esas señales que se ven arriba: Sol, Luna, Estrellas y toda esa cuestión, son aquellas de la Sabiduría Hermética; porque el mundo de Netsah es el mundo de la Sabiduría Hermética; allí es donde encuentra uno el Conocimiento Hermético. De manera que resulta muy Interesante eso del Cuarto Día que tiene que ver con la Cuarta Iniciación.
Contiuando veremos lo siguiente:
"Dijo Dios: produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la Tierra, en la abierta expansión de los cielos, y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la Tierra. Y fue la tarde y la mañana del día quinto".
Bien se sabe que en la Quinta iniciación, que corresponde al Mundo Causal, tiene uno que hacerse amo de los elementos,
aprender a manejar todo aquello que tenga vida; hacerse Señor del fuego, de los aires, de las aguas, de la tierra, aprender a manejar los poderes de la naturaleza. Eso solamente es posible trabajando uno sobre sí mismo. Por eso decía que antes de intentar manejar los elementos de la naturaleza: elementales del fuego, del aire, del agua y de la tierra, tiene uno que manejar los propios; aprender a manejar los elementales atómicos del Esperma; aprender a manejar los elementales atómicos del fuego sexual; aprender a manejar los Silfos de la propia mente, Silfos atómicos de la mente, eso se llama hacerse amos de su propia mente; y aprender a manejar también los Gnomos atómicos que forman la carne y los huesos; hacerse amo de los elementales atómicos dentro de sí mismo. Tiene uno que hacerse amo de su propio cuerpo, para hacerse amo de la naturaleza. No podría uno llegar a manejar los Elementales del universo, si no ha manejado sus propios elementales atómicos, los de su cuerpo. Todo eso se aprende en el Quinto Día de la Creación.
"Luego dijo Dios: produzca la Tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la Tierra según su especie. Y fue así, e hizo Dios animales de la Tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la Tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la Tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la Tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
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