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Otro de los motivos graves, como para que no pueda existir felicidad, es la cuestión de los TEMPERAMENTOS.
Un hombre de temperamento ardiente es imposible que pueda ser feliz con una mujer que parezca una mole de hielo; sencillamente no. El hecho mismo de tener que ir a besarla, y en el momento del beso se encuentra con que ella no tiene ganas de besos, eso es gravísimo. Ahora, ¿qué diríamos, durante la cópula, en el momento de copular una mujer helada?
Acuérdense ustedes de aquel libro titulado "Sinuhé el Egipcio", que lo dieron en película. Resulta que ahí había un lugar de momificación. En Egipto existían varios lugares de Inmundicia donde arreglaban cadáveres para momificarlos, y quienes trabajaban en esos lugares de momificación, pues olían inmundo por doquiera que pasaban. Ninguna mujer gustaba de esa clase de hombres que olían tan feo, y, claro, olían a podredumbre. ¿Y saben ustedes lo que hacían esa clase de momificadores? Copulaban con los cadáveres de las hembras que traían ahí. ¿Les parece a ustedes muy agradable eso? ¿Copular con difuntas? Eso sucedía en Egipto.
Pues bien, ¿qué dirían ustedes de un hombre de temperamento ardiente que tenga que copular con una mujer de hielo, con un cadáver? Eso resulta espantosamente horrible.
También es muy cierto y de toda verdad, que existe el temperamento bilioso, gente pesada, torpe. Una mujer, por ejemplo, de carácter pesado, torpe en sus movimientos, es imposible que pueda entenderse con un hombre que tenga
temperamento nervioso, imposible. Ahora, es imposible también que un hombre de temperamento nervioso pueda entenderse con una mujer completamente ardiente.
Así que la cuestión de los temperamentos es muy importante. No solamente se necesita que haya correlación entre los distintos Centros de la Máquina Orgánica: Intelecto, Emoción, Movimiento, Instinto y Sexo, sino que haya TEMPERAMENTOS AFINES. Sólo así, habiendo temperamentos afines y perfecta Inter-relación entre los distintos Centros de la Máquina, pues entonces puede haber una auténtica afinidad, lo cual daría Felicidad.
Sin embargo, estoy hablándoles hasta ahora de sexualidad normal.
SUPRA-SEXUALIDAD es diferente, mis amigos. Para entrar en el terreno de la Supra-sexualidad, se requiere ante todo saber TRANSMUTAR LA ENERGÍA CREADORA.
Pero debemos pensar en el Sexo, no solamente como cuestión fisiológica.
Ha de saberse que en el Sexo existe Energía. Al fin y al cabo, Einstein dijo: "Energía es igual a masa multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado". También dijo: "La Energía se transforma en Masa, la Masa se transforma en Energía". ¿Es posible transformar la Masa en Energía? ¡Claro está que sí!
Vean ustedes un pozo de agua en el camino, en la carretera; con el calor del sol se va evaporando esa agua. Por último se convierte en nube, y en última síntesis, en energía, en nubes,
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