Page 22 - LA PIEDRA FILOSOFAL.pdf
P. 22

nada nos prohíbe publicar hoy, sobre todo porque ella da la idea potente y justa del ambiente sublime en el que se coloca la Gran Obra. Pensamos que no se nos reprochará lo largo de la extraña carta, de la que sería un pecado, eliminar tan sólo una palabra:"
"Mi querido amigo,"
"Esta vez, habéis verdaderamente recibido el Don de Dios; es una gran Gracia, y por primera vez, me doy cuenta de cuán raro sea este favor. En efecto, yo creo que el arcano, en su abismo insondable de simplicidad, no se encuentra con la sola ayuda del raciocinio aun siendo éste muy sutil y ejercitado. Al fin estáis en posesión del Tesoro de los Tesoros, y damos gracias a la Luz Divina que os ha hecho partícipes. Además, lo habéis merecido justamente con vuestra inquebrantable fe en la Verdad, en la constancia de los esfuerzos, la perseverancia en el sacrificio, y también, no lo olvidemos... con vuestras buenas obras."
"Cuando mi mujer me anunció la bella noticia, quedé asombrado de la gloriosa sorpresa y no cabía ya más en mí de la felicidad. A tal punto que me dije: porque no paguemos esta hora de euforia con algo terrible en un mañana. Mas, si bien informado brevemente de la cosa, he creído entender, lo que confirma mi certidumbre, que el fuego solamente es apagado cuando la Obra se completa y toda la masa tintórea impregna el vidrio que, de decantación en decantación, al final queda completamente saturado y luminoso como el sol."
"Habéis empujado vuestra generosidad hasta el punto de asociarnos a este elevado y oculto conocimiento que os pertenece por derecho y que es totalmente personal. Mejor que otro, advertimos todo el valor, y mejor que otro estamos en condiciones de quedaros eternamente agradecidos. Sabed bien que las más bellas frases, las más elocuentes manifestaciones no valen lo que la conmovedora simplicidad de estas palabras: SOIS bueno, y es propiamente por esta gran virtud que Dios ha puesto sobre vuestra frente la diadema de la verdadera realeza. Él sabe que haréis un noble uso del cetro y del inestimable gaje que conlleva. Desde mucho tiempo ya, Os conocemos como el manto azul de vuestros amigos en sus necesidades; el manto caritativo se ha súbitamente agigantado, porque, ahora, todo el azul del cielo, y su gran sol, cubren vuestras nobles espaldas. Podéis disfrutar ampliamente de esta grande y rara felicidad para gloria y consuelo de vuestros amigos, y también de vuestros enemigos, porque la desgracia borra todo y ya disponéis de la vara mágica que cumple todos los milagros."
"Mi mujer, con aquella inexplicable intuición de las personas sensitivas, tuvo un extraño sueño. Vio un hombre envuelto en todos los colores del arco iris y elevado hasta el sol. La explicación no se ha hecho esperar. ¡Qué maravilla!"
"¡Qué bella y victoriosa respuesta a mi carta llena de dialéctica y — teóricamente — exacta, mas, cuán lejana aún, de lo Verdadero, de lo Real! ¡Ah! Se podría casi afirmar que quien ha saludado la estrella de la mañana ha perdido para siempre el uso de la vista y de la razón, porque está fascinado
23


































































































   20   21   22   23   24