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Pregunta. — Pregunta con relación a las Fuerzas de Enoch.
Respuesta. — "¿Y esas fuerzas de Enoch no están dentro de nosotros latentes a toda hora? ¿El peligro no lo tenemos de día y de noche y en cualquier tiempo? Eso todo depende de parte de nosotros de tener cuidado, no tener la debilidad''.
Pregunta. — Don Joaquín, el Trabajo ese de transformar el Mercurio Negro hasta llegar al Color Rojo. ¿Se hace en un Trabajo de Transmutación o después de un tiempo?
Respuesta. — "De un tiempo. De mucho tiempo y de muchos súper-esfuerzos. No es no más soplar y hacer botellas".
Pregunta. — Maestro, eso de la caída viene por no transformar una impresión de lujuria que nosotros recibamos en el día, entonces por la noche tenemos problemas con esos elementos que se llaman Íncubos y Sub-cubos y son los que toman la forma mental en la noche para hacernos caer. ¿Existe alguna práctica para nosotros eliminar esos vampiros?
Respuesta. — "Con el Color Rojo llega la época en que nosotros quemamos esos elementos, con el Color Rojo, o sea con el Fuego. Ahora, esos íncubos, a mí me consta, por ejemplo, que toman forma, tienen vida propia, se mueven,
actúan, como grandes demonios, y eso es terrible. En Guadalajara estaba yo, que a mí me tocó abrir el grupo en Guadalajara, estuve dos meses en Guadalajara trabajando, formando el grupo, y ahí una señora rosacruz, estando yo en Cuerpo Astral, yo me acostaba aquí en el Summun, en la
noche, cuando aquí recibí el llamado urgente para que me trasladara a Guadalajara que había grandes peligros, me trasladé inmediatamente a Guadalajara, cuando caí en la terraza del edificio, oí la gritería adentro en el salón de todo el personal; cuando me paré en la puerta, miré y vi un elemento de esos, es como plástico, forma plástica, pero habla, se mueve, actúa; estaba mordiendo a una muchacha su sangre, por aquí, sacándole la sangre como un vampiro, entonces yo les dije: ¡Conjúrenlo!, mientras llegaba yo, porque me pareció que era demasiado tiempo que invertía yo mientras me tiraba (...) les grité: ¡conjúrenlo! y el elemento se rió y dijo: ¡conjúrenlo!". Se rió él, y la gente gritando, unos encima de unas mesas, de unos pupitres; en fin, todos gritando, nadie actuaba. Entonces yo, cómo sería que ni me acordé en esos momentos de la espada, en el mismo afán de llegar yo me le tiré "en plancha" encima, y él tenía la mano cogiendo a la muchacha por aquí así. Entonces yo llegué con la mano mía, con esta mano, le agarro la mano de él y lo agarré por el cuello, lo apreté, y entonces le cogí la otra mano, porque son delgados, le cogí las dos manos y el cuello, lo apreté duro, mientras yo sacaba mi espada, y con una mano, aquí, me metió tres uñas así, y al otro día me repercutió en la parte física, al otro día sentía yo el dolor donde me había enterrado las uñas. Cuando yo lo apreté, él me metió unas uñas aquí, uñas así largas como plástico. Entonces esos toman forma. Yo lo digo porque lo he visto, hechos de materia mental, pero les da la forma la unión sexual, les da forma. Por eso es que les digo yo, nosotros somos creadores de diablos".
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