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Sepa así (el lector), que EL ESPÍRITU EN EL ANTIMONIO ESTÁ, el cual todas las cosas que en él están escondidas y que de él se extraen, él las conduce, mas invisiblemente, pues en el imán (mercurio) está escondida una virtud invisible, de la cual, en mi Tratado del Imán, trataré ampliamente. Los espíritus son de dos clases: Inteligentes y no inteligentes. Los Inteligentes, dotados de razón, cuando quieren son comprensibles e incorpóreos, como lo son los habitantes de los elementos, siendo algunos fuegos ígneos seductores, otros lúcidos fantasmas: los aéreos, habitantes del aire, los acuáticos que poseen las aguas, y también los de la tierra que son los que aparecen en las minas de metales, llamados hombres de dichas minas. Estos espíritus entienden, CONOCEN LAS ARTES y pueden mudar su forma..."
"Los otros espíritus del mundo y que espontáneamente no se dejan sorprender son aquellos que están escondidos en el hombre, en los animales, en los brutos, plantas y minerales, los cuales tienen vida operativa, lo que se demuestra con sus operaciones y con la potencia de sanar, cuando, por el beneficio del Arte se separan de sus cuerpos. Así también, EL ESPÍRITU DEL ANTIMONIO demuestra y comunica a los hombres su virtud".
Es por ello que nuestro V. M. Samael Aun Weor, en su "Tratado de Alquimia Sexual", afirma enfáticamente:
"23— En el semen existe un átomo angélico que gobierna a nuestros vapores seminales".
"24— Ese átomo angélico eleva los vapores de nuestro semen hacia el canal medular, para que el ángel (atómico en nosotros) de los cedros del bosque lo utilice para abrir la puerta Inferior de la médula, a fin de que la divina princesa del Kundalini entre por allí".
En "La Creación del Sol Psicológico Íntimo o La Doctrina de la Vía Directa", nuestro V. M. Samael Aun Weor, respecto a la naturaleza del ANTIMONIO, enseña:
"El ANTIMONIO no es una sustancia meramente como pretenden muchos. En Alquimia el Antimonio va más lejos. Es una de las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser, puesto que nuestro propio Ser tiene muchas partes autónomas y auto-conscientes. El Antimonio es una de ellas, es un Alquimista (nuestro Alquimista atómico). Esa parte trabaja activamente fijando el Oro en el Mercurio".
Allí, pues, en el Esperma Sagrado, está el Alquimista Atómico, EL ESPÍRITU DEL ANTIMONIO de Basilio Valentín. Allí mismo en el Semen hay otras Inteligencias Atómicas, unas subordinadas al Antimonio y otras que tienen una jerarquía superior a éste. Mas, todas estas partes atómicas Divinales, trabajan en común acuerdo en la Gran Obra, siempre y cuando el practicante haga la Obra bien hecha y según los cánones de la Santa Alquimia.
Fulcanelli, apelando a la Cábala Fonética, deja entrever este misterio del Antimonio al final del capítulo IV de "Louis D' Estissac".
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