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nuestro Ser sabe fijar los átomos de oro en nuestros cuerpos de Mercurio. Así, esos cuerpos de Mercurio, vienen a convertirse en cuerpos de oro puro de la mejor calidad.
Cuando uno posee los cuerpos de oro puro, recibe la espada de oro. Ya se es un arcángel, con espada de oro puro de la mejor calidad, una espada que se revuelve amenazadora lanzando fuertes llamas. La espada de los arcángeles.
Así que bien vale la pena, pues, fijar los átomos de oro en el Mercurio y todo esto se puede lograr a condición de eliminar el mercurio seco y el azufre arsenicado. Si alguien no elimina el mercurio seco y el azufre arsenicado sencillamente, no logra perfeccionar sus cuerpos y hacerlos de oro de la mejor calidad.
Así, pues, todo el secreto de la Gran Obra, consiste en saber fabricar el Mercurio hasta crear el Arché, la nebulosa íntima y particular de donde han de surgir nuestros distintos cuerpos.
— Maestro, ¿qué son las tres calcinaciones por el hierro y por el fuego?
Las tres calcinaciones por el hierro y por el fuego corresponden a la Primera y Segunda Montaña y a parte de la Tercera. Las tres calcinaciones del Mercurio son tres purificaciones por el hierro y por el fuego. Se llega a la resurrección del Cristo en uno, mediante tres purificaciones, tres purificaciones basadas en hierro y fuego. Esto está representado en la cruz por los tres clavos. Los tres clavos simbolizan las tres purificaciones de hierro y fuego. De
manera que hay tres purificaciones, son tres calcinaciones del Mercurio.
La primera calcinación corresponde a la montaña de la Iniciación, la segunda corresponde a la montaña de la Resurrección y la tercera corresponde a los últimos ocho años de la Gran Obra. De manera que todo este trabajo de la Gran Obra consiste en la preparación del Mercurio. Dicen los sabios: "Dadnos el Mercurio y lo obtendremos todo." En síntesis, el trabajo de la Gran Obra así es.
Ahora bien, ¿cómo se llega a la resurrección? Convirtiéndose en hombre antes de entrar al reino del Súper—Hombre. Sobre el hombre, un códice de Anahuac, dice lo siguiente: "Los Dioses crearon a los hombres de madera, y después de haberlos creado, los fusionaron con la Divinidad." No todos los hombres logran fusionarse con la Divinidad. "El hombre fusionado con la Divinidad, obviamente, es el Súper— Hombre." La mayor parte de los Iniciados llegan a convertirse en hombres, mas no alcanzan el estado de Súper—Hombre. Para convertirse en hombre verdadero, tienen que ser creados los Cuerpos, pero resulta que hay muchos que logran crear los Cuerpos y reciben, naturalmente, sus principios superiores anímicos, espirituales, es decir, se han transformado en legítimos hombres, en hombres auténticos. Mas, cabe destacar que aún no han eliminado el mercurio seco ni el azufre arsenicado, entonces, ¿qué ha sucedido?, Que no han perfeccionado esos cuerpos, que no han logrado que esos vehículos sean de oro puro. Han logrado crearlos mas no han logrado transmutar esos
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