"... El primer
                                          mandamiento de todos es: Oye,
                                          Israel [Shemá Yisrael], el
                                          Señor nuestro Dios, el Señor
                                          uno es. Amarás pues al Señor
                                          tu Dios de todo tu corazón, y
                                          de toda tu alma, y de toda tu
                                          mente, y de todas tus fuerzas;
                                          este es el principal
                                          mandamiento. Y el segundo es
                                          semejante á Él: Amarás á tu
                                          prójimo como á ti mismo. No
                                          hay otro mandamiento mayor que
                                          éstos..."
                                      
                                       
                                      El Verdadero y
                                        más antiguo Nombre de Dios:
                                        "IAO", está escrito en un
                                        fragmento hallado en Qumrán,
                                        clasificado con los nombres "4Q120
                                        (4QpapLXXLevb)
                                          4QSeptuagint Leviticusb").
                                       En este Antiguo
                                        Texto Griego, de la Septuaginta,
                                        hallado en Qumrán, del Libro del
                                        Levítico de Moisés (Levítico 4:
                                        27), datado del Siglo I anterior
                                        a nuestra era Cristiana, el
                                        Nombre de Dios está escrito:
                                        "IAW" (IAO).
                                       Este
                                        pequeño, pero a la vez,
                                        preciosísimo y valioso fragmento
                                        del Libro del Levítico de
                                        Moisés, hallado en una de las
                                        cuevas de los alrededores de
                                        Qumrán (en la Cueva 4: 4Q120,
                                          fragmento 20, 4), a
                                        orillas del Mar Muerto, que
                                        tiene escrito el Nombre Inefable
                                        de Dios "IAW" (IAO), es otra
                                        prueba incuestionable de que el
                                        Nombre de Dios del Profeta
                                        Moisés es IAO...
                                      La pronunciación
                                        secreta del Santo Tetragrammatón
                                        YHVH o IEVÉ es IAO
                                          (nuestro ELOHIM verdadero),
                                        que nunca se debe de pronunciar
                                        en vano. Los Dos Nombres: IAO
                                        ELOHIM, significan el Señor
                                        nuestro Dios, porque "el Señor
                                        es Dios"; es decir, IAO es
                                        ELOHIM, porque "forman una
                                        unidad indivisible", como está
                                        escrito:
                                      
                                        "A ti te fue
                                          mostrado esto, para que
                                          supieses que sólo el Señor
                                          [IAO] es Dios [ELOHIM]; ningún
                                          otro hay fuera de él."
                                            (Deuteronomio, 4: 35).
                                        "Conoce este
                                          día, y recapacítalo en tu
                                          corazón, que el Señor [IAO] es
                                          Dios [ELOHIM[ arriba en el
                                          cielo, y abajo sobre la
                                          tierra; no hay otro." (Deuteronomio,
                                            4: 39). 
                                      
                                      La pronunciación
                                        de la "Shemá" o "Schema",  en Hebreo,
                                          es:
                                      
                                        "ShemÁ
                                          Yisra'el, IAO ELOHIM, IAO
                                          EjaD".
                                          ("Oye, oh, Yisrael, IAO
                                            ELOHIM, IAO Uno es"). 
                                        O, también:
                                        "ShemÁ
                                          Yisra'el, IEVE ELOHIM, IEVE
                                          EjaD" (*)
                                          ("Oye, oh, Yisrael, 
                                          IEVE ELOHIM, IEVE Uno es").
                                        
                                        * (Shemá
                                              Israel YHVH Elóhim YHVH
                                              ejad).
                                      
                                      Su respuesta en
                                        Hebreo, es:
                                      
                                        "Barukh shem
                                          kevad malkhuta le-alam va-ed".
                                          ("Bendito sea el Nombre de
                                            la Gloria de Su Reino por
                                            siempre y para siempre.").
                                      
                                       En la
                                        pronunciación de ambas
                                        recitaciones "está el resumen de
                                        toda la Toráh".
                                      
                                      El
                                          Árbol de la Vida de la
                                          Kabbaláh con Sus Diez
                                          Sephiroth o Vasijas de Luz
                                          Espiritual. La Sephirah Oculta
                                          "Daath"
                                          (Ciencia, Conocimiento,
                                          Gnosis) es el Alma Oculta de
                                          Tiféreth. 
                                      
                                      
                                        "Cuando Israel, con intención
                                        perfecta, proclama la Unidad,
                                        misterio que la Shemá contiene,
                                        sale del oculto mundo superior
                                        una luz que se divide en setenta
                                        luces, y estas setenta luces se
                                        dividen en las setenta ramas
                                        luminosas del Árbol
                                          de Vida. Entonces el Árbol
                                        y todos los otros árboles del
                                        Jardín de Edén emiten aromas
                                        suaves y alaban a su Señor,
                                        porque entonces la Matrona [La
                                        Shejináh] Se prepara para entrar
                                        bajo la sombra del palio, para
                                        allí unirse con su Esposo. Y
                                        todas las potencias superiores
                                        se unen en un anhelo y una
                                        voluntad de estar unidas en
                                        unión perfecta, sin separación
                                        alguna. Entonces el Esposo se
                                        prepara igualmente para entrar
                                        bajo el Palio a fin de unirse
                                        con la Matrona. Por eso
                                        proclamamos en voz alta: “Oye,
                                          oh Israel; prepárate, tu
                                          Esposo ha venido para
                                          recibirte”. Y también
                                        decimos: “El Señor nuestro
                                          Dios, el Señor es uno”,
                                        que significa que los dos se han
                                        unido en uno, en una unión
                                        perfecta y gloriosa, sin ningún
                                        asomo de separación que la
                                        frustre. Tan pronto como los
                                        israelitas dicen “El Señor
                                          es Uno”, para suscitar los
                                        seis aspectos, estos seis se
                                        unen entre sí y ascienden en un
                                        ardor de amor y deseo. El
                                        símbolo de esto es la letra Vav,
                                        cuyo valor numérico es seis,
                                        cuando se halla sola sin estar
                                        unida a otra letra. Entonces la
                                        Matrona se prepara con alegría y
                                        se adorna con deleite y Sus
                                        ayudantes La acompañan, y en
                                        silencio de quietud Ella se
                                        encuentra con su Esposo. Y sus
                                        doncellas proclaman “Bendito
                                          sea el Nombre de la Gloria de
                                          Su Reino por siempre jamás”.
                                        Estas palabras se dicen en un
                                        susurro, porque así es como ella
                                        debe presentarse a su Esposo.
                                        ¡Feliz es el pueblo que percibe
                                        estas cosas, que ordena sus
                                        plegarias de acuerdo con este
                                        misterio da la Fe! Cuando el
                                        Esposo se une con la Matrona
                                        sale del Sud un heraldo, que
                                        proclama: “¡Despertad, oh,
                                          vosotras huestes superiores, y
                                          desplegad las banderas del
                                          amor en honor de vuestro
                                          Señor!” Entonces, uno de
                                        los jefes de la formación
                                        celestial, ese cuyo nombre es
                                        Boél (Dios es en él), se
                                        adelanta y en sus manos hay
                                        cuatro llaves, que obtuvo una de
                                        cada uno de los cuatro rincones
                                        de la tierra. Una de las llaves
                                        lleva grabado el signo de la
                                        letra Yod; la segunda, la letra
                                        Hei, y la tercera, la letra Vav.
                                        Y él coloca estas tres llaves
                                        debajo de las ramas de! Árbol de
                                        Vida. Luego estas tres se
                                        vuelven una. Entonces, la cuarta
                                        y última llave, que lleva la
                                        segunda letra Hei, se junta a
                                        las tres que se volvieron una. Y
                                        todas las huestes angélicas
                                        entran, por medio de esas
                                        llaves, en el Jardín de Edén,
                                        donde proclaman, a una sola voz,
                                        la unidad Divina en el mismo
                                        momento en que ella se proclama
                                        aquí abajo. Entonces, la
                                        Shejiná, la Novia, es conducida
                                        al Palacio del Rey, Su Novio,
                                        porque ahora Él se halla
                                        completo en toda su belleza
                                        superior y puede proveerla de
                                        todo lo que Ella necesita. Así,
                                        sus ayudantes. La traen a Él en
                                        silencio. ¿Por qué en silencio?
                                        Para que ningún “extraño”,
                                        ninguna mala potencia, pueda
                                        participar en el júbilo de ella.
                                        Así como Él se unió arriba de
                                        acuerdo a seis aspectos, así
                                        también Ella se une abajo según
                                        otros seis aspectos, de modo que
                                        la unidad pueda completarse,
                                        arriba y. abajo, como está
                                        escrito: “El Señor será Uno
                                          y su Nombre Uno” (Zacarías
                                          XIV, 9). Seis palabras
                                        arriba —Shemá
                                            Israel YHVH Elóhim YHVH ejad,
                                        correspondientes a los seis
                                        aspectos, y seis palabras abajo,
                                        baruj shem kevod maljutó leolam
                                        vaed (Bendito
                                            sea el Nombre de la gloria
                                            de su reino para siempre),
                                        que corresponden a los otros
                                        seis aspectos. El Señor es uno
                                        arriba, y Su Nombre es Uno
                                        abajo. Decimos esta respuesta
                                        silenciosamente, aunque es una
                                        triunfante expresión de la
                                        “Unidad, a causa del “mal ojo”,
                                        que aún tiene poder bajo la
                                        presente dispensación…"
                                      
                                      "Pero en la
                                        futura Edad Mesiánica [ahora,
                                          en estos tiempos de "la última
                                          Generación", a partir del Año
                                          2000, Año 5760 del Calendario
                                          Judío], cuando el “mal
                                        ojo” haya dejado de existir y no
                                        tenga dominio alguno sobre este
                                        mundo, proclamaremos
                                        abiertamente y en voz alta la
                                        Unidad Divina y su pleno
                                        cumplimiento. En el presente,
                                        como el “otro lado” aún adhiere
                                        a la Shejiná, Ella no es
                                        enteramente Una, y, por eso,
                                        aunque en el tiempo presente
                                        proclamamos la unidad, lo
                                        hacemos silenciosamente,
                                        simbolizándola con las letras de
                                        la palabra vaed (siempre), que
                                        por ciertas permutas, equivalen
                                        a las de la palabra ejad (uno)."
                                        
                                      
                                      "Pero en el
                                        tiempo que será, cuando ese otro
                                        lado sea apartado de la Shejiná
                                        y desaparezca del mundo, esa
                                        unidad será proclamada
                                        abiertamente. Cuando Ella entra
                                        bajo el palio y se une con el
                                        Rey Superior, despertamos el
                                        júbilo de la Derecha y de la
                                        Izquierda, como está, escrito: “Amarás
                                          al Señor tu Dios con todo tu
                                          corazón”, etc., es decir,
                                        sin temor o presagio, porque el
                                        “otro lado” no se acerca y no
                                        tiene poder aquí. Pero mientras,
                                        Sus servidoras La traen al Rey,
                                         ellas deben mantener un
                                          grande y solemne silencio.
                                        De esto es simbólico Jacob.
                                        Antes de su muerte, cuando
                                        estuvo por hablar del “fin de
                                        los días”, y la Shejiná lo
                                        abandonó, dijo a sus hijos: “Acaso
                                          alguna mancha está pegada a mí
                                          o a mi simiente?”. Pero
                                        ellos respondieron: “No, no
                                          hay tal mancha, ni hay falta
                                          alguna. Tu corazón sólo el Uno
                                          lo posee, y, en cuanto nos
                                          concierne, nosotros no tenemos
                                          contacto con el “otro lado o
                                          con alguno de sus esbirros”.
                                          Al contrarío, nosotros, como
                                          tú, sólo estamos unidos con el
                                          Rey, pues toda nuestra
                                          voluntad y propósito fue
                                          separarnos del “otro lado”.
                                        Entonces dijo Jacob: “Bendito
                                          sea el Nombre de la gloria de
                                          Su Reino por siempre jamás”.
                                        En esa hora Jacob y sus hijos se
                                        convirtieron por un lapso en
                                        retratos vivientes de la Shejiná
                                        aquí abajo. Jacob simbolizaba
                                        los seis lados del mundo
                                        superior como un todo único, y
                                        sus hijos fueron modelados a la
                                        semejanza de los seis aspectos
                                        como se manifiestan en el mundo
                                        inferior. Ahora él deseaba
                                        revelarles cierto “'fin”,
                                        porque, como lo hemos señalado
                                        antes, en otra parte, hay un
                                        “fin de los días” (Ketz
                                        hayamim), que se refiere al
                                        Reino Santo, al misterio de la
                                        Fe, al misterio del Reino del
                                        Cielo. Y otro “fin de los días”
                                        (Ketz hayamim) que es el
                                        misterio del Rey Culpable, del
                                        “otro Rey” gobernante de los
                                        poderes de la oscuridad, y a
                                        este fin se lo llama “el fin de
                                        toda carne”. Y bien, cuando
                                        Jacob percibió que la Shejiná se
                                        retraía de él, interrogó a sus
                                        hijos en la forma que indicamos.
                                        Y así Jacob y sus hijos
                                        proclamaron la unión del mundo
                                        de arriba y del mundo de abajo,
                                        así también debemos hacerlo
                                        nosotros. Bendito es aquel
                                          que concentra su mente y su
                                          voluntad, con anhelo y
                                          humildad, en ese misterio.
                                          Bienaventurado es él en este
                                          mundo y en el mundo por venir.
                                        Rabbí Jamnuna el Anciano dijo:
                                        Esta promoción de la unidad en
                                        realidad ha sido expuesta recta
                                        y justamente, y lo que acabamos
                                        de oír es efectivamente muy
                                        verdadero. Y en el futuro,
                                          las palabras que hemos
                                          pronunciado ahora se hallarán
                                          ante el Anciano de Días, y de
                                          ningún modo avergonzadas." 
                                        (El Zóhar).
                                      
                                      Al pronunciar la
                                        "Shemá", hemos de hacerlo con
                                        devoción, 
                                          entregándonos totalmente a
                                          Dios, a nuestro Padre-Madre
                                          que Es el Señor nuestro Dios
                                          interior, íntimo, individual,
                                          particular, con todo nuestro
                                          corazón, y con toda nuestra
                                          alma, y con toda nuestra
                                          mente, y con todas nuestras
                                          fuerzas.
                                      
                                        "... hemos de
                                          concentrar nuestro Espíritu en
                                          el principio de Unidad, en la
                                          unión de las dos moradas;
                                          hemos de poner todo nuestro
                                          Ser, todos los miembros de
                                          nuestro cuerpo, nuestra
                                          devoción completa en ese
                                          pensamiento de modo de
                                          elevarnos y ligarnos a En-Sof
                                          (Infinito), y así alcanzar la
                                          Unidad de los Mundos Superior
                                          e Inferior."
                                        ***
                                        "Si en tu
                                          corazón no arde una inquietud
                                          que te abrase hasta la
                                          consumación de tu cuerpo, no
                                          podrás invocar ni a Dios ni al
                                          Espíritu Santo. Y no sabes
                                          pedir y por eso tu hora aún no
                                          ha llegado." (V.M. Judas
                                            de Kariot, "El Vuelo de la
                                            Serpiente Emplumada"):
                                        
                                      
                                      La "Shemá
                                        Yisrael", incluyendo Su
                                        respuesta, debe de ser recitada,
                                        elevando nuestro corazón a Dios
                                        como se ha explicado, al
                                        despertarnos en la mañana, y
                                        antes de conciliar el sueño en
                                        la noche.
                                      ¡El Sagrado
                                        Nombre de Dios IAO, que es la
                                        pronunciación secreta del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH, pronunciado
                                        también IEVÉ, nunca debe de
                                        pronunciarse en vano!
                                      Al pronunciar en
                                        Oración diariamente dos veces la
                                        Schemá con ambas recitaciones,
                                        en la mañana y en la noche, con
                                        verdadera devoción, como se ha
                                        explicado, proclamamos la Unidad
                                        del Nombre de Dios IAO ELOHIM y
                                        aceptamos recibir "el Yugo del
                                        Reino del Cielo", y la Sagrada
                                        Shejináh que es nuestra Madre
                                        Divina Kundalini, descansa sobre
                                        la cabeza de quien recita
                                        debidamente la Schemá Yisrael,
                                        bendiciéndole y protegiéndole.
                                      
                                        "Nunca se
                                          apartará de tu boca esta Torá
                                          [este Libro de la Ley], sino
                                          que día y noche meditarás en
                                          ella [en él]." (Josué,
                                            1:8).
                                      
                                      Orar, Vivir y
                                        Realizar, la "Schemá Yisrael"
                                        completa, es aceptar y llevar
                                        "el Yugo" del Reino de los
                                        Cielos, del que nos habla
                                        nuestro Señor Jesús El Cristo:
                                      
                                        "Venid á Mí
                                          todos los que estáis
                                          trabajados y cargados, que Yo
                                          os haré descansar. Llevad Mi
                                          yugo sobre vosotros, y
                                          aprended de Mí, que soy manso
                                          y humilde de corazón; y
                                          hallaréis descanso para
                                          vuestras almas. Porque Mi yugo
                                          es fácil, y ligera Mi carga."
                                          (El Santo Evangelio Según
                                            San Mateo 11: 28-30).
                                      
                                      Orando, Viviendo
                                        y Realizando la Schemá Yisrael,
                                        adviene a nosotros el Reino de
                                        nuestro Padre que está en los
                                        Cielos. Realizar la Schemá, es
                                        realizar a las
                                          Diez Sephiróth del Árbol de la
                                          Vida y elevarlas para que
                                        integradas en una Unidad se
                                        absorban en el "Ain Soph", en el
                                        Sagrado Infinito, en el Reino de
                                        nuestro Padre que está en los
                                        Cielos.
                                      No basta, por lo
                                        tanto, solamente pronunciar la
                                        "Shemá", porque debemos de
                                        realizarla dentro de cada uno de
                                        nosotros. El estudio y
                                        comprensión de sus significados,
                                        meditando en cada uno de ellos,
                                        y en el contenido de la Shemá
                                        completa, y la recitación, son,
                                        obviamente de una gran ayuda.
                                        Sin embargo, hay que vivirla y
                                        realizarla, y esto solamente es
                                        posible por medio de la práctica
                                        durante toda la vida de Los
                                            Tres Factores de la
                                            Revolución de la Conciencia: Negándonos
                                        a sí mismos (que es la Muerte
                                        Mística de nuestros defectos
                                        psicológicos), tomando nuestra
                                        propia cruz cada día (que es el
                                        Nacimiento Alquímico por medio
                                        de la práctica del Tantrismo
                                        Blanco o Magia Sexual Blanca), y
                                        siguiendo al Cristo (el
                                        Sacrificio Consciente por la
                                        Humanidad), que es el Camino, y
                                        la Verdad y la Vida. 
                                      El Segundo
                                        Factor de la Revolución de la
                                        Conciencia solamente puede ser
                                        practicado entre un hombre y una
                                        mujer, es decir, entre el esposo
                                        con su única esposa, de acuerdo
                                        a las Leyes y Reglas de la Santa
                                        Alquimia Sexual.
                                      La letra "Sh"
                                        (de la "Shemá") se pronuncia
                                        como la letra "Sh" en Inglés; y
                                        la letra "h" (de "ELOHIM"), se
                                        pronuncia como la letra "j" en
                                        Español.
                                      La Realización
                                        del "Tikkún" (Restauración,
                                        Redención) de las Diez Sephiróth
                                        del Árbol de la Vida dentro de
                                        cada Ser Humano, es el propósito
                                        y el objetivo del llamado en la
                                        recitación de la "Shemá".
                                      La Restauración
                                        y la Unidad del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH (Yud Hei Vav
                                        Hei), dentro
                                          de cada Ser Humano que
                                          aspiramos a ser un verdadero
                                          Israelita, uno de los
                                        "144.000" de "las Doce Tribus de
                                        Israel", como está escrito en el
                                        Libro del "Apocalipsis" o
                                        "Revelación" de San Juan de
                                        Patmos, es la síntesis de la
                                        "Shemá Yisrael".
                                      Las Letras "YH"
                                        (Yud Hei,) del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH, son el
                                        "Padre-Madre", nuestro
                                        Padre-Madre Divinal, íntimo,
                                        interior, particular,
                                        individual, dentro de
                                          cada Ser Humano.
                                      Las Letras "VH"
                                        (Vav Hei) del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH, son el
                                        Novio y la Novia, el Esposo y la
                                        Esposa, el Alma Humana y el Alma
                                        Divina, dentro de cada Ser
                                        Humano.
                                      "ShemÁ",
                                        esotéricamente se refiere a la
                                        Segunda Letra "H" (Hei) del
                                        Santo Tetragrammatón YHVH,
                                        llamada "Maljut", la "Reina", la
                                        Shejináh "Inferior". 
                                      "ScHeMá" ("Oye")
                                        está compuesta por las Letras
                                        Hebreas "shin mem ayin". 
                                      
                                      En El Zóhar,
                                        Simeón ben Yojai enseña que la
                                        Letra "mem intermedia" ("M") de
                                        la palabra "Schemá", se refiere
                                        a "Maljut"; es decir, a la
                                        Shejináh "Inferior", que es la
                                        Segunda "H" (Hei) del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH. 
                                      "Yisra'el",
                                        significa esotéricamente la
                                        "Belleza de Israel", es decir,
                                        "Tiféret", la Letra "V" (Vav)
                                        del Santo Tetragrammatón YHVH.
                                      "ShemÁ Yisra'el"
                                        ("Oye, oh Israel"), significan
                                        la Unión de la Esposa con su
                                        Esposo, la Unión de las Letras
                                        "H" (la segunda "H", (Hei) y la
                                        Letra "V" (Vav) del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH; es decir,
                                        la Unión de "Maljut" o la
                                        Shejináh "Inferior", la Bien
                                        Amada Esposa Espiritual con Su
                                        Bien Amado Esposo Espiritual
                                        Tiféret. O El
                                          Matrimonio Místico de Tiféreth
                                          con Maljhut.
                                      "YHVH ELOHIM"
                                        (IAO-ELOHIM, IEVE ELOHIM) son El
                                        Señor nuestro Dios, nuestro
                                        Padre-Madre, indicados asimismo
                                        por las Letras "Y" (Yud, el
                                        Padre) y "H" (la primera Hei, la
                                        Madre, la Shejináh "Superior",
                                        nuestra Madre Divina
                                        Kundalini.), del Santo
                                        Tetragrammatón YHVH.
                                      El Nombre ELOHIM
                                        está formado por Dos Nombres:
                                        "Mi" y "ELeH".
                                      "Mi" que
                                        significa "¿Quién?", es la
                                        Shejináh Superior, la Madre
                                        Divina Bináh. "ELeH" que
                                        significa "Estos", es la
                                        Shejináh Inferior, llamada
                                        "Maljút" personificada en Rajel.
                                        La unión de los Dos Nombres
                                        forman el Nombre completo
                                        "ELOHIM", que significa Dios, y
                                        en plural, "Diosas". Porque es
                                        la integración de la Shejináh
                                        Superior y de la Shejináh
                                        Inferior. Mas el Nombre completo
                                        de Dios es IAO-ELOHIM: "El Señor
                                        nuestro Dios". 
                                      "Mi" o "¿Quién?"
                                        es también Leáh.
                                      "EjaD",
                                          significa "UNO", el Santo
                                          Tetragrammatón completamente
                                          Restaurado e Integrado y
                                          elevado en una "Unidad" en el
                                          "Ain Soph" o Sagrado Infinito.
                                      
                                      "EJaD" es el
                                        secreto de la unión e
                                        integración en una Unidad del
                                        Alma Humana o Tiféret que es el
                                        "Hermano" ("EJ"), el "Novio", el
                                        "Esposo", con Su Bien Amada
                                        Espiritual, Celestial, el Alma
                                        Divina o Espiritual Guevuráh, el
                                        Buddhi, "Maljút", la "Hermana",
                                        indicada por la Letra "Dalet"
                                        (D) de la palabra "EJaD", que es
                                        el secreto del "Hermano" y de la
                                        "Hermana" o del "Novio" y la
                                        "Novia", el "Esposo" y la
                                        "Esposa", dentro de cada Ser
                                        Humano que los haya realizado e
                                        integrado en una Unidad, como
                                        así está escrito en el Cantar de
                                        los Cantares del Rey Salomón:
                                      
                                        "He venido a
                                          mi huerto, hermana mía, novia
                                          mía; he recogido mi mirra y
                                          mis aromas; he comido mi panal
                                          con mi miel; mi vino con mi
                                          leche he bebido" (Cantar
                                            de Cantares, 5:1).
                                      
                                      El término
                                        "Hermana", está escrito en el
                                        significado de la Esposa o
                                        Cónyuge aquí en el mundo físico
                                        en una de las Epístolas del
                                        Apóstol San Pablo, donde dice:
                                      
                                        "¿No tenemos
                                          derecho de traer con nosotros
                                          una hermana por mujer [por
                                          Esposa] como también los otros
                                          apóstoles, y los hermanos del
                                          Señor, y Cefas?" (1
                                            Corintios, 9: 5).
                                      
                                      Y, si a la
                                        Esposa aquí en el mundo físico,
                                        San Pablo la llama "Hermana",
                                        ¡cuánto más ha de ser llamada
                                        "Hermana", la Esposa Espiritual,
                                        el Alma Divina, llamada en la
                                        Kabbaláh "Maljút"!
                                      En El Zóhar se
                                        explica que las palabras "he
                                          comido mi panal" hacen
                                        referencia a la recitación, a la
                                        oración de la Shemá: "Oye,
                                          oh, Yisrael, IAO ELOHIM, IAO
                                          Uno es", y "con mi
                                          miel", se refiere a la
                                        respuesta que se ora en
                                        silencio:
                                          "Bendito sea el Nombre de
                                            la Gloria de Su Reino por
                                            siempre jamás".
                                      Los Sabios de la
                                        Kabbaláh enseñan que una de las
                                        permutaciones de las Cuatro
                                        Letras del Santo Tetragrammatón
                                        es "HVYH": "HaVaYáH", el más
                                        Sagrado de los Nombres de Dios.
                                      Porque el Santo
                                        Tetragrammatón escrito con el
                                        orden de las Letras "YHVH", es
                                        "su forma revelada"; y escrito
                                        con el orden de las Letras
                                        "HVYH" (HaVaYáH) "es su forma
                                        oculta".
                                      Isaac Luria
                                        enseña que la Letra "H" (Hei)
                                        del Santo Tetragrammatón "es
                                        siempre doble"; es decir, las
                                        dos Hei.
                                      Y las dos "Hei"
                                        están juntas, cuando los Dos
                                        Nombres "Mi", "ELeH", están
                                        unidos en el Nombre ELOHIM.
                                      En el orden de
                                        las Cuatro Letras del Sagrado
                                        Tetragrammatón como Havayáh, la
                                        "V" (Vav) o el "Hermano" emana
                                        de la primera "H" (Hei) que es
                                        la Madre Divina. Y la segunda
                                        "H" (Hei) o la "Hermana", emana
                                        de la "Y" (Yud) que es el Padre.
                                        Por lo cual el orden de las
                                        Cuatro Letras: HVYH. Entonces la
                                        "Shemá" se pronuncia así: 
                                      
                                        "ShemÁ
                                          Yisrael, HaVaYáH ELOHIM,
                                          HaVaYáH EJaD".
                                        "Oye, oh
                                          Yisrael, HaVaYáH nuestro Dios,
                                          HaVaYáH Uno es."
                                      
                                       Al pronunciar
                                        la "Shemá" en Hebreo la palabra
                                        "EJaD" se prolonga en la Letra
                                        "Dalet", por ejemplo:
                                        "EJaD-D-D"). Prolongar la Letra
                                        "Dalet" (D), es "aclamar a Dios
                                        como Rey en lo alto y abajo y en
                                        las cuatro direcciones del
                                        mundo, como verdaderamente Uno."
                                      Isaac Luria
                                        haciendo una revelación se
                                        refiere a la permutación del
                                        "Nombre HaVaYaH" leído
                                        "yud-hei-hei-vav" (YHHV), en
                                        cuya permutación la segunda
                                        Letra "Hei" (H), está
                                        precediendo a la Letra "Vav"
                                        (V). 
                                      Isaac Luria
                                        enseña, asimismo, que fue por
                                        causa del pecado original que
                                        "la Hei posterior descendió
                                        abajo de la Vav..." 
                                      Es decir, la dos
                                        "Heis" (HH) o la "doble "Hei",
                                        que antes estaban juntas,
                                        quedaron separadas. 
                                      En el "tikkún" o
                                        restauración, la segunda "Hei",
                                        asciende y se integra en la
                                        primera "Hei", quedando entonces
                                        juntas y restituidas las dos
                                        "Hei", la doble Hei: Yod Hei Hei
                                        Vav.
                                      Las Diez
                                        Sephiróth del Árbol de la Vida
                                        son "un aspecto" del "Divino
                                        Nombre HVYH".
                                      La Letra "Y"
                                        (Yud) del Nombre Divino HVYH, es
                                        la Sephiráh Kether y la Sephiráh
                                        Jojmáh. La primera Letra "H"
                                        (Hei), es la Sephiráh Bináh, la
                                        Shejináh Superior. La Letra "V"
                                        (Vav), es la Sephiráh Tiféret.
                                        Las seis Sephiróth: Jésed,
                                        Guevuráh, Tiféret, Nétzah, Hod y
                                        Yesod, son llamadas en conjunto
                                        "Zeir Anpín" o "el de Pequeño
                                        Rostro", cuyo centro o corazón
                                        es Tiféret, el Esposo de la
                                        Shejináh. La Segunda y última
                                        Letra "H" (Hei), es "Maljút", la
                                        Shejináh Inferior, la Esposa de
                                        "Zeir Anpín". 
                                      Al reintegrarse
                                        la última "H" (Hei) con la
                                        primera "H" (Hei), dentro de
                                        cada Ser Humano que realice el
                                        Santo Tetragrammatón, se forma,
                                        entonces, el Santo
                                        Tetragrammatón en el Nombre
                                        "YHHV" (Yod Hei Hei Vav); es
                                        decir:
                                        Padre-Madre-Hermana-Hermano.
                                        Esto es: el Padre Interno y la
                                        Madre Divina, y el Alma Divina y
                                        el Alma Humana, integrado todo
                                        en una Unidad: EJaD.
                                      Ampliando lo
                                        expuesto antes: Cuando el Alma
                                        Humana o Tiféret, llamado
                                        esotéricamente el "Hermano" se
                                        integre completamente realizado
                                        en Su Alma Divina o Guevuráh, el
                                        Buddhi, (o "Maljút": es decir
                                        los "Pies" o la Esposa), llamada
                                        esotéricamente, espiritualmente
                                        la "Hermana", estando dentro de
                                        ambos el Padre y la Madre
                                        también integrados, y todo
                                        integrado en una Unidad se
                                        integre en el "Ain Soph" o el
                                        Sagrado Infinito, entonces IAO
                                        ELOHIM (el Señor nuestro Dios)
                                        será UNO: EjaD. Realizando así
                                        el Primero y el Principal y el
                                        Mayor de todos los Mandamientos,
                                        como está escrito con las
                                        Palabras de nuestro Señor Jesús
                                        El Cristo:
                                      
                                        "... El
                                            primer mandamiento de todos
                                            es: Oye, Israel el Señor
                                            nuestro Dios, el Señor uno
                                            es. [Shemá Yisrael, IAO
                                            ELOHIM, IAO EjaD] Amarás
                                            pues al Señor tu Dios de
                                            todo tu corazón, y de toda
                                            tu alma, y de toda tu mente,
                                            y de todas tus fuerzas; este
                                            es el principal mandamiento.
                                            Y el segundo es semejante á
                                            Él: Amarás á tu prójimo como
                                            á ti mismo. No hay otro
                                            mandamiento mayor que
                                            éstos..." (El Santo
                                            Evangelio según San Marcos,
                                            capítulo 12).
                                      
                                      "No está lejos
                                        del reino de Dios", quien acoja
                                        estas Palabras de nuestro Señor
                                        Jesús El Cristo, de todo su
                                          corazón, y de toda su alma, y
                                          de toda su mente, y de todas
                                          sus fuerzas;  y quien
                                        las viva y las realice
                                        completamente, cabalmente,
                                        entrará entonces en el Reino de
                                        Dios.
                                      Para entrar al
                                        Camino que nos conduce al Reino
                                        de Dios es necesario practicar "Los Tres
                                            Factores" durante
                                        toda la vida, con la Ayuda
                                        permanente de nuestra Madre
                                        Divina Kundalini y del Cristo
                                        Íntimo, Interior, que son El
                                        Camino del Árbol de la Vida.
                                      Esta Sabiduría
                                        no es mía, sino de nuestro Padre
                                        que está en los Cielos, el
                                        Sagrado de los Sagrados Unos, el
                                        Anciano de los Días, la Bondad
                                        de las Bondades, la Misericordia
                                        de las Misericordias. 
                                      Esta "Sabiduría
                                        Oculta" ha sido expresada en Su
                                        más elevado nivel, por
                                        intermedio de Su Hijo Unigénito
                                        nuestro Señor Jesús el Cristo, y
                                        después, Él mismo hablando por
                                        intermedio de la boca de Sus
                                        Profetas y de Sus Apóstoles, y
                                        en este final de los tiempos,
                                        por medio de nuestros Venerables
                                        y Amados Maestros, nuestro
                                        Venerable y Amado Maestro Samael
                                        Aun Weor, nuestro Venerable y
                                        Amado Maestro Rabolú, y a
                                        quienes todo se lo debemos, y de
                                        cuyas Enseñanzas da testimonios
                                        fieles y verdaderos el V.M.
                                        Thoth-Moisés.
                                      Mi persona no
                                        tiene ningún valor, "un vil
                                        gusano del lodo de la tierra",
                                        "una sombra pecadora", que tiene
                                        que seguir Muriendo místicamente
                                        todavía y siempre.
                                      Soy solamente
                                        un estudiante de "la Sabiduría
                                        Oculta", "la Sabiduría de Dios
                                        en Misterio", las enseñanzas
                                        Esotéricas contenidas en la
                                        Sagrada Toráh. Mas estamos
                                        trabajando (y cada Ser Humano
                                        que se lo proponga puede
                                        lograrlo) por la realización y
                                        por la unidad de la "Shemá
                                        Yisrael", que son el Alma Divina
                                        ("Shemá") y el Alma Humana
                                        ("Yisrael" o "Tiféret"), y por
                                        la realización y la unidad del
                                        Señor nuestro Dios (IAO ELOHIM)
                                        que son nuestro Padre-Madre
                                        Divinal, interior y celestial. Y
                                        por la integración del Alma
                                        Humana y del Alma Divina, y de
                                        todas las Partes del Ser del
                                        Pueblo de Israel, interior,
                                        dentro de nuestro Padre-Madre
                                        interior y Celestial: todo
                                        integrado en una Unidad: EJaD.
                                      Víspera
                                        del Shabbath del Día Viernes
                                        25 de Mayo del Año 2012
                                        Amamos a todos los Seres, a toda
                                        la Humanidad.
                                        Cada Ser Humano es también la
                                        Humanidad.
                                      
                                      Revisión
                                        y ampliación realizada con la
                                        Ayuda de El Dios del Cielo, en
                                        el atardecer del Día del
                                        Shabbath del 30 de Diciembre de
                                        2023.
                                      
                                      "¡Que
                                        todos los Seres sean Felices!" 
                                        "¡Que todos los Seres sean
                                        Dichosos!" 
                                        "¡Que todos los Seres sean en
                                        Paz!"
                                        
                                        De todo Corazón,
                                        Para toda la Pobre Humanidad
                                        Doliente, 
                                        Luis Bernardo Palacio Acosta
                                        Bodhisattwa del V.M.
                                        Thoth-Moisés
                                      Index