Page 132 - LA PIEDRA FILOSOFAL.pdf
P. 132

En nuestro cuerpo, la torre es la cabeza y el cuello, porque el resto del cuerpo es el Templo. Quien ha logrado elevar el fuego sobre sí mismo; quien lo pueda levantar hasta la cabeza, hasta el cerebro, hasta el tope; de hecho podrá convertirse en el cuerpo del "Crestos" — el fuego —, el espíritu del fuego.
Y es, el espíritu original, primigenio, quien podrá cristificarnos totalmente. Es el fuego, "Fohat", ardiendo dentro de nosotros mismos, quien nos transformará totalmente; una vez que el fuego arda dentro de nosotros, seremos cambiados totalmente, seremos convertidos en criaturas plenamente diferentes, seremos convertidos en seres distintos, y entonces gozaremos de la iluminación plena y de los poderes cósmicos. Así que entendido esto mis queridos hermanos debernos trabajar con el fuego.
Al que sabe, la palabra da poder, nadie la pronunció, nadie la pronunciará... sino, solamente aquel, que lo tiene encarnado.
El Cristo — el espíritu del fuego — no es un personaje meramente histórico, es el Ejército de la palabra, es una fuerza que está más allá de la personalidad, del Ego y de la individualidad. Es una fuerza, como la electricidad, como el magnetismo, un poder, un gran agente cósmico y universal. Es la fuerza eléctrica que puede originar nuevas manifestaciones. Ese fuego cósmico, entra en el hombre que está debidamente preparado; en el hombre que tenga la Torre esa de Belén ardiendo.
Cuando el Cristo encarna en un hombre éste se transforma radicalmente. Es el Niño Dios que debe nacer en cada
criatura. Así como él nació en el Universo hace millones de años, para organizar totalmente este sistema solar, así también debe nacer en cada uno de nosotros. Él nace en el establo de Belén, es decir: entre los animales del deseo, entre los agregados psicológicos que necesita quebrantar: porque sólo el fuego puede quebrantar tales agregados; así el fuego aparece donde están esos agregados para destruirlos, para volverlos polvareda cósmica, y liberar el alma, la esencia. ¿Cómo podrá él libertar el alma, si no penetra profundamente en el organismo humano?
En el Oriente, Cristo es Vishnú, y repito: la raíz Vish, significa, penetrar; el fuego, Cristo, el Logos, puede penetrar profundamente en el organismo humano, para quemar las escorias que tenemos dentro: pero necesitamos amar al fuego, rendirle culto a la llama.
Ha llegado la hora de entender que sólo el "Fohat', puede transformarnos radicalmente. Cristo dentro de nosotros opera quebrantando las raíces del mal, "INRI" quebrantando los agregados psíquicos es formidable, los reduce a cenizas. Pero necesitamos trabajar con el fuego.
Por eso en nuestros trabajos de concentración debemos invocar a la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes porque sólo con el fuego podremos quebrantar todos los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos. El frío lunar, nunca podrá quebrantar los agregados psíquicos, necesitamos de los poderes flamígeros del Logos. Necesitamos del "INRI" para transformarnos.
133


































































































   130   131   132   133   134