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meramente intelectual, todavía no ha evolucionado, lo he comprendido. No le discuto, lo he entendido. Él es número tres, yo soy hombre número cuatro o número cinco, etc., por lo tanto él está en su verdad, lo he comprendido y soy su amigo". Eso se llama comprender realmente y estar de acuerdo.
Para comprender a alguien hay que estar de acuerdo con ese alguien. Si ese alguien habla por ejemplo en inglés y nosotros español, ¿cómo podríamos comprendernos? Tenemos que estar de acuerdo en algo: en el lenguaje o en los símbolos, para podernos entender. De lo contrario, ¿cómo nos entenderíamos? No habría entendimiento alguno.
Así pues necesitamos entendernos.
Considerando estas cosas mis queridos hermanos, la comprensión realmente resulta algo que hay que investigarlo. Aquí en nuestros estudios aprendemos a conocerlo; comprendiendo la enseñanza avanzamos en sentido de comprensión y es indispensable comprender. Nosotros necesitamos COMPRENDER LA GNOSIS, pero hay que equilibrar el Ser y el Saber.
Si el saber es mayor que el Ser no hay equilibrio, si el Ser es mayor que el Saber tampoco hay equilibrio. El Ser y el Saber necesitan equilibrarse, sólo así surge la Comprensión. ¡Es vital comprender!
Y a medida que avanzamos auto-explorando dijéramos, todas estas partes de nuestro Ser, la comprensión va
surgiendo cada vez más, y más en nosotros; eso es obvio. Esa comprensión nos lleva muy lejos, en nuestros estudios.
En todo caso, luchando por la Integración del Ser; queremos la desintegración del ego; por lo tanto urge trabajar profundamente sobre nosotros mismos para poder desintegrar al ego. Hay necesidad de comprender cada agregado psíquico que vamos a desintegrar.
Por ejemplo la venganza: no confundir la justicia con la venganza; justicia es una cosa y venganza es otra. Hay muchos que dicen: "la venganza es dulce" y eso es un absurdo. Es un absurdo tomar la justicia por su propia mano; eso es venganza. La sagrada Ley se encarga de cobrar las cuentas a cada cual, nosotros no tenemos porqué ocupar el puesto de la Gran Ley. Si descubrimos que somos vengativos, necesitamos COMPRENDER el proceso de la venganza.
Para comprender el proceso de la venganza por ejemplo, se hace necesario la MEDITACIÓN, la reflexión. Se confunde muy fácilmente el proceso de la venganza con el proceso de la justicia y tenemos siempre la marcada tendencia a tomar la justicia en nuestras propias manos. Eso es venganza. Somos vengativos si alguien nos hiere con la palabra, reaccionamos violentamente; eso es venganza.
No somos capaces de permanecer callados ante un insultador, ante alguien que nos está ofendiendo, siempre tenemos esa marcadísima tendencia a reaccionar por cualquier palabrita que nos digan; siempre nos sentimos aludidos y aunque estamos en el Camino, una y otra vez respondemos y reaccionamos. Observen ustedes a todos los
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