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Él está vivamente interesado en la aniquilación Budhista, por eso es extraordinario.
No niego la existencia tampoco de aquel Apóstol de hace 1977 años que representara realmente a nuestro Judas íntimo. Él es una realidad; Él existe; Él es uno de los GRANDES; Él es el más exaltado Maestro, el más exaltado Adepto que anduvo con Jesús de Nazaret; pero dentro de nosotros hay un Judas interior, fuera de aquel Judas realmente, fuera de los tres traidores del Hiram Abiff.
En nuestro Ser hay alguien que personifica al Iscariote que realmente está interesado en la destrucción del ego.
Pregunta. — Maestro. ¿Cómo hemos de entender el trabajo de Tomás en nosotros?
Respuesta. — Bien sabemos nosotros que Tomás indica un poco de escepticismo, de duda y de todo eso. Pero llevado a fondo, aquel Tomás íntimo que en nuestro interior cargamos, obviamente se relaciona con el discernimiento. Es necesario aprender a discernir. Es urgente usar el bisturí de la auto-crítica para abrir los valores, a ver qué es lo que tienen de verdad. Así es como hay que entender al Tomás interior, al Tomás íntimo.
Cada uno de nosotros lleva pues a las Doce Potestades en su propio Ser. Y todas esas partes autónomas y auto-conscientes del Ser, en la Pistis Sophía son llamadas "LOS REGIDORES" de los Aeones y del Destino y de la Esfera. Ellos se mueven pues; ellos hacen su Obra, la Gran Obra,
entre la escuadra, los triángulos y los octágonos... y todo esto hay que saberlo entender.
Pregunta. — Maestro, ¿y cuál será del Ser el encargado de Alquimia?
Respuesta.— Incuestionablemente hay uno que es encargado de Alquimia y se llama en Alquimia el Antimonio, pero éste no es una de las Doce Potestades.
Pregunta.— ¿Y en cuánto a una parte de nuestro Ser?
Respuesta.— Lo que sí hay es un especialista en Alquimia al cual, estoy seguro, le obedece el Antimonio, que es precisamente Santiago el Mayor, el Bendito Patrón de la Gran Obra. A Él le obedece el Antimonio, en sentido que es el encargado trascendental de la Alquimia, de la Gran Obra.
Pregunta.— Maestro. ¿En qué sentido debernos entender a Pedro cuando negó al Cristo tres Veces?
Respuesta.— Hay tres purificaciones que hacer por el Hierro y por el Fuego. Quien no hace las tres purificaciones no consigue la Cristificación. Pedro con la cabeza hacia abajo, crucificado con la cabeza para abajo nos indica que hay que bajar a la Novena Esfera, a trabajar con el Fuego y el Agua, origen de mundos, bestias y Dioses. Toda auténtica Iniciación blanca comienza por ahí. Pedro eso nos está diciendo con su crucifixión.
Ahora bien, hay tres purificaciones que son las tres negaciones de Pedro:
—Primera purificación. — Primera Montaña, la de la Iniciación.
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