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muerte mata a la muerte. Y tiene que resucitar en nosotros, y ya resurrecto, nos da la inmortalidad. Ya resurrecto en nosotros, se convierte en verdad, en un Maestro de Resurrecciones, en un verdadero Trabajador eficiente de esta gigantesca Gran Obra del Padre.
De manera que ustedes, van viendo.
Pregunta.— Venerable Maestro, ¿es entonces cuando se llama el Cristo Cósmico?
Respuesta.— El Cristo Cósmico es el Cristo Cósmico, siempre. El Cristo no es propiamente un individuo, ni humano ni divino. El Cristo, en sí mismo es una Fuerza, es una Fuerza Cósmica Universal, que bulle y palpita en todo átomo, en todo electrón, en todo ión, se encuentra latente en todo lo que es, ha sido, y será; pero, puede manifestarse a través de cualquier Hombre que esté debidamente preparado.
Así pues, si pensamos que Jesús de Nazaret es la única expresión del Crestos, estamos muy equivocados.
Así como el Cristo en aquella época se expresó a través de Jeshua Ben Pandirá, así también se expresó en aquella época a través de Juan el Bautista; y es el mismo que se expresó a través de Moisés, resplandeció en su rostro en el Monte Nebo; y es el mismo que enseñó la Sabiduría Hermética, con el nombre de Hermes Trismegisto; y es el mismo Señor Quetzalcoatl.
Así que el Crestos, es una Fuerza que se expresa a través de cualquier Hombre que esté debidamente preparado. Y al
decir Hombre, incluyo también al elemento femenino: puede expresarse a través de cualquier Mujer que esté debidamente preparada.
Pregunta.— Venerable Maestro, ¿y el Segundo Logos es otra cosa?
Respuesta.— Estoy hablando del Cristo que es el Segundo Logos. Ya se entiende que el Primer Logos es el Padre. Se entiende que el Segundo Logos es el Hijo. Se entiende que el Tercer Logos es el Espíritu Santo.
Pregunta.— Venerable Maestro, yo he entendido que el único proceso de Realización es a través de Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia; aquí y ahora; pero, alguien propone que podría Trabajarse en el Maithuna, un hombre en su cuerpo físico en cualquier circunstancia, y una dama en estado astral. ¿Nos puede dar una enseñanza concreta a ese respecto?
Respuesta.— Bueno en el Tíbet se habla mucho de las Dakinis, y algunos monjes que en el mundo físico no tienen esposa sacerdotisa, se han desposado con Dakinis: señoras que andan por las nubes, se dice. ¡Extrañas señoras, por cierto! ¿No? Que vuelan por las nubes; esas son las Dakinis, son ciertas criaturas muy especiales.
Pregunta.— ¿Ellas viven en el astral?
Respuesta.— Bueno, viven en el astral, y en el mental, y en el causal, y en todas partes. Obviamente, aquellos monjes se han desposado con ellas, han realizado todo su Trabajo
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